La Verdadera Vida

Lo de invitarte a tener hijos no era más que un recurso literario o qué sé yo... En realidad no se lo recomiendo a nadie. Sé que mi vida ya está vendida, sé que esto no es como un juego, como hacer una película o como irte a Irlanda a buscarte la vida en los MacDonalds. Esto es una vida humana con todo lo que conlleva, con sus enfermedades peligrosas de pequeño, con sus paranoias cuando sea adolescente y quiera suicidarse cada dos por tres por culpa de las chatis o los estudios, con sus crisis cuando sea más mayor... y el único culpable de todo eso seré yo, que lo traje al mundo porque me dio la gana, sin preguntarle. O no hemos sentido nosotros eso cientos de veces con respecto a nuestros padres. Cuántos adolescenes cabreados les habrán reprochado eso a sus desorientados padres. "Yo nunca te pedí nacer".


Sé que me estaré muriendo frente a una mesa llena de fichas de dominó y aún no sabré si hice bien en tener un hijo. No hay ni un sólo día que no piense si he hecho bien.

No sé, amigo... si acaso dale esta carta algún día y que él juzgue... qué sé yo.


¿Pero tú sabes lo que me jode de verdad?... Que esta conversación que estamos teniendo sea un lujo que no me puedo permitir. Porque ahora tendría que estar preparando la tortilla de patatas , mandando e-mails, haciendo llamadas y montando un vídeo institucional para los Ángeles de la Noche.

Y me jode, porque esto es la vida, la verdadera vida... buscar la belleza... hablar sobre todo ello... y saber que hay alguien por ahí que se siente igual que tú.

Pero "los malos" no nos van a dejar nunca en paz

o sí... algún día... qué sé yo... qué sé yo...


Escrito por Miguel Asturias, Hontosam

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