NEGATIVO Y POSITIVO


En Irlanda comprobé hasta donde llega el liberalismo económico con respecto a un país no tan liberal como España. Aunque el premio en Europa se lo lleve Gran Bretaña, se notan esas ganas de amasar dinero, ese dinamismo comercial de los anglosajones en la ahora rica y privatizada Dublín. Se quejaban allá de que el gobierno ya no invertía en transporte público, de que estaba ahogando al mercado tradicional y a los barrios castizos de siempre por la especulación inmobiliaria y por esa basura del nuevo diseño que lo está contaminando todo. Una villa lujosa en la costa de Darkey costaba la bonita suma de 42 millones de euros. ¿Les suena todo esto?. Sí me congratulé, a pesar de sus últimos desvaríos electoralistas, de que la derecha española sea conservadora y no liberal, porque construye transporte público aunque no crea en él, por obligación, aunque por otro lado fomente el transporte privado en los nuevos túneles y circunvalaciones. El metro de Madrid es de los más baratos de Europa, comparándolo con el precio del transporte en Dublín o Londres.
Esta derecha tan emocionada con la libertad del consumidor, con los beneficios de lo privado, debería pasar más tiempo en su adorado mundo anglosajón para darse cuenta y apreciar de verdad de lo que disfruta en su propio país. Tenemos un estado levemente socialista y que dure muchos años. Yo creo que a pesar de sus esfuerzos, no les interesa desarticularlo.Porque no sólo les votan los ricos. También parte de esa clase media victoriosa que se cree del primer mundo, nuevos ricos endeudados que gozan de las mieles del nuevo desarrollismo del ladrillo y los fondos de inversión a interés bajo. Esa clase media a la que le encanta no pagar, que se baja películas de internet y piratea todo lo que puede. Si quieres impuestos bajos, paga después a tocateja todo lo que consumas, todos los servicios posibles. Sé anglosajón y libre.
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A veces me gustaría abrazarme a la derecha, dejarme llevar. Unirme a ellos ya que creen en lo que defienden, en el estado real de las cosas. Si me viene un socialista con su cara y actitud de izquierdas, pero que sigue aceptando este sistema económico como es, con sus injusticias sociales y laborales, y que incluso lo fomenta, prefiero al pepero, que con ilusión y pureza se siente a gusto con todo este capitalismo.
Como vamos en una dirección radical en lo económico, la precariedad, la inestabilidad, la desigualdad creciente, también se radicalizan los contrarios. Renacen de nuevo los anticapitalistas, los neocomunistas, los altermundistas, los anarquistas, los ecologistas marxistas. ¿Qué sentido tiene ya una socialdemocracia que se ha transformado en un status qúo?. O eres fundamentalista neocon de este sistema o quieres destruírlo. En medio,¿quién queda?.

Comentarios

Ultimate ha dicho que…
Leche, cuántas etiquetas!! pero esto no se dividía en buenos y malos y ya está?