Carta a una amiga austriaca sobre la improvisación española

Querida amiga Sophie :

En respuesta a tu defensa de la improvisación italiana, brasileña y española frente a la rígida planificación austro-húngara, tengo que decirte algo : como decía Aristóteles o Sócrates, la virtud está en el medio, en la justa medida. Como bien argumentas, es bueno improvisar cuando algo sucede fuera del plan previsto, cuando la organización falla. Es verdad, pero un poco de organización no viene mal, y así poder combinar las dos cosas, no como en España que casi todo se saca por improvisación y poniendo parches. (Chapuzas, arreglos). Quizá los alemanes o austriacos son demasiado cuadriculados y no saben improvisar, pero os podemos enseñar, je je.
A mí me gustaría no tener que trabajar por los demás, hacer un trabajo que supuestamente tendría ya que estar realizado para que las cosas simples funcionaran, y no tener yo que salir de mis competencias para solucionarlo porque nadie lo hace. Me refiero al mal funcionamiento de las grandes empresas privadas y de las instituciones públicas. No sabes la cantidad de tiempo que se pierde por intentar solventar los mil y un obstáculos diarios puestos en el camino como pesadas piedras por funcionarios o empleados que no quieren esforzarse en hacer su trabajo. ¿Es algo consustancial al ser humano o sólo pasa aquí?. Dejo la pregunta en el aire.

Baba

Comentarios

Juan Eme ha dicho que…
ME RESPONDE MI AMIGA SOPHIE QUE NO SE HACEN LAS COSAS SÓLO POR FALTA DE ORGANIZACIÓN, SINO TAMBIÉN PORQUE NADIE QUIERE ASUMIR RESPONSABILIDADES NI TOMAR DECISIONES. ESO LO VEO YO DIARIAMENTE EN MI EMPRESA Y ELLA EN LA SUYA.