EL ERROR ESTÁ EN EL COMBATE IDEOLÓGICO


En este asunto sangrante de la lucha antiterrorista contra ETA y su entorno, creo distinguir un error de bulto que viene desde lejos, desde el principio de la democracia, y que veo en su cénit político con el combate ideológico del PP y muchas veces también, desde el gobierno socialista, contra las ideologías independentistas y nacionalistas. Tienen razón, desde mi punto de vista, todos aquellos pensadores y políticos que dicen que estas ideologías les han lavado el cerebro a muchos vascos y catalanes, emponzoñando la convivencia social durante años. Pero el problema es una banda asesina, delicuente y mafiosa. Combatirla a ella y a su entorno ideológicamente es creer que ETA-BATASUNA es un interlocutor político válido. Son anti-democracia, anti-libertad, pre-revolución francesa, son los últimos rescoldos del antiguo régimen pre-liberal, absolutista, eclesiástico, todo eso, pero el problema, es que matan, que tienen armas, que amenazan, que expulsan a los que no piensan como ellos. Fueron una reacción, una pústula, a los excesos que se comitieron en Euskadi, y en el resto de España, por una dictadura brutal y represiva, que, aún hoy en día, les sirve de coartada para captar ideológicamente a sus adeptos. Pero ya no son eso, no podemos hablar con ellos por un vago sentimiento de culpa izquierdoso que les comprenda, que les justifique ideológicamente, sólamente porque, pobrecitos vascos, cuan duramente reprimieron vuestra lengua y costumbres los fachas. Todos, andaluces, extremeños, castellanos, sufrimos esa dictadura. Y ahora sufrimos la dictadura de ellos, los etarras, batasunos y demás fantoches follagallinas. Si los vascos no se sienten capaces de erradicar esa lepra de su tierra, si sólo dependen de que esa puta banda les venda la migaja de la paz cuando ideológicamente les interesa, mal lo llevan, mal lo llevamos el resto del país.

Sigo pensando que no es necesario ningún proceso de paz ni ningún referendo. No les debemos nada a los vascos ni a los catalanes por haber padecido (todos) una dictadura. A ETA hay que derrotarla sin mirar efectos políticos ni posturas ideológicas. Sin politizar el tema. (Qué ingenuidad la mía). Para ser de una puta vez un país normal. Y después, si alguien quiere discutir en paz sobre independencias, que se tome unos txatos tan tranquilo, y ningún problema.

Comentarios