En el rompecabezas cruel y sangriento de Oriente Medio, y más específico el del Líbano, España, en su ingenuidad de país mediador entre el munco árabe y occidental, está sirviéndole de lavado de cara, de excusa y máscara a intereses más egoístas y bastardos del juego mundial. Por ejemplo, que Bush designe a Blair Mediador de Oriente Próximo, es una ironía, como poner al lobo a guardar el rebaño de ovejas. Yo aplaudo la buena voluntad de Zapatero, Moratinos y demás miembros del gobierno español, que se sienten implicados con la ONU, que ya no sirve para nada si no reforman el Consejo de Seguridad. Pero si este gobierno tomó la iniciativa, por asuntos internos, de retirar las tropas de Irak, ¿por qué no lo hace de Afganistán y de Líbano, piezas del mismo avispero que nos supera como potencia poco influyente a efectos reales?. Porque siempre mueren los mismos, nosotros, los pringaos, y los civiles.
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