Ya que tengo un blog político imaginario, aprovecho para descargar toda mi ira contenida de subcontratado de ETT esclavizado por sus compañeros y por la multinacional, (no lo olvidemos, la segunda mejor de España según el diario El País, suplemento Negocios). Debe ser así para los que tienen contrato de empresa, que disfrutan de mil y un beneficios en el comedor, en el aparcamiento, en las pistas de pádel, viajes, ordenador portátil etc.., pues para los esclavos como yo, el único beneficio debe ser el poder trabajar, algo por lo que debo estar agradecido. Sustituyo a tres personas a la vez, una mujer recientemente madre, una secretaria despedida por depresión y otra administrativa de ETT no renovada por la imprevisión de los relajados compañeros de Recursos Humanos. Si esta es la segunda mejor empresa española, ¿cómo será la peor?. ¿Niños esclavos en minas de oro?. Aprovecho para decir que en esta maravillosa empresa no hay comité de trabajadores ni sindicatos. Claro, con tantos beneficios y regalitos, ¿para qué servirían?, ¿qué tendrían que reclamar?. Como es una multinacional norteamericana, seguro que tienen disponibles envíos de Prozac para los sufridos trabajadores de ETT, baratos y cumplidores. Siento una creciente animadversión y rencor hacia mis compañeros con contrato de empresa. Les odio.
Tengo ganas de enviarle una copia de este artículo a algún sindicato por si le interesa la carencia de comité de empresa en esta multinacional, pero dudo que los sindicatos aprecien las reivindicaciones de trabajadores de ETT, empresas tampoco representadas por ellos. Somos los exponentes de la nueva era de la globalización y su precariedad laboral. Los sindicatos acabarán siendo, y es triste, fósiles de un pasado glorioso. Espero que aún se pongan las pilas porque esto irá a peor cuando las ETT se transformen en agencias de colocación privadas.
Tengo ganas de enviarle una copia de este artículo a algún sindicato por si le interesa la carencia de comité de empresa en esta multinacional, pero dudo que los sindicatos aprecien las reivindicaciones de trabajadores de ETT, empresas tampoco representadas por ellos. Somos los exponentes de la nueva era de la globalización y su precariedad laboral. Los sindicatos acabarán siendo, y es triste, fósiles de un pasado glorioso. Espero que aún se pongan las pilas porque esto irá a peor cuando las ETT se transformen en agencias de colocación privadas.
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