PP - CONFIANZA EN UN FUTURO DE COLOR NARANJA

Hace años asistí a un curso de “producción de textos en español” que impartía en la Escuela Oficial de Idiomas un profesor muy bueno: Andrés Ibañez. Que también resulta que es escritor. De este curso guardo, entre muchos otros buenos efectos, la “deformación profesional” que consiste en leer un texto y analizarlo, desgranarlo, ver sus mecanismos. Y con esta peculiar lente me leí la carta de propaganda política del PP que llegó a mi buzón de cara a las, ya pasadas, elecciones autonómicas y municipales. Pasaré por alto el desasosiego que me causa la mirada de Mariano Rajoy en la fotografía que aparece en la parte inferior de la hoja, pues esto daría para otro análisis. La mirada –la del lector - primero se va a las frases que el diseñador gráfico del PP (o el experto en publicidad-relaciones públicas) ha decidido poner en negrita. Saltando de negrita en negrita, el mensaje de Rajoy viene a ser algo así:

España necesita recuperar la confianza en el futuro. Tengo una enorme confianza en la sociedad española. España como un gran proyecto de libertad y prosperidad. Queremos contar con su confianza el próximo 27 de mayo. Un equipo de hombres y mujeres [que integran el proyecto del partido popular] en los que se puede confiar. Me permito pedirle su confianza y su voto para el Partido Popular.

La cosa va de confianza. Parten de la base de que España ha perdido la confianza en el futuro. No la tiene. Necesita recuperarla. Y Rajoy tiene “enorme confianza” en que la recupere y para esto tenemos que confiar en él. Es una apuesta arriesgada, Rajoy. Algo así como: Aunque no tengas confianza en el futuro, confía en nosotros. Parece una cuestión de fe. Algo así como si en lugar de hablarnos un líder político nos estuviera hablando un avispado tele-evangelista americano.

Me siento más tranquilo con respecto a los hombres y mujeres que integran el proyecto del Partido Popular. Mariano Rajoy nos asegura que son de confianza. Como cuando un deportista famoso o un actor de teleseries nos anuncia un yogur o un plato precocinado y nos afirma que es “de toda confianza”. Ese tipo de mensajes nos da sosiego, cosa que, según Rajoy, nos hace falta. Por eso también nos comunica que esos hombres y mujeres de toda confianza del PP se van a ocupar de los temas que más nos afectan “sin sorpresas ni sobresaltos”. Ahí está eso. Una obra de arte de la retórica publicitario-política. Queda como un eco en mi conciencia esa idea: ocuparse de los asuntos sin sorpresas ni sobresaltos. Creo que deberían utilizarlo como lema para las elecciones generales, tal vez incluso ponerlo en camisetas y mecheros.

El comienzo de la carta firmada por Rajoy arranca mentando al Gobierno Socialista. Resulta que este gobierno ha empleado su energía en banalidades, cosas que no importan a la mayoría de los ciudadanos. No me había enterado de esto, pero me deja muy indignado, la verdad. El PP, por otra parte, se va a dedicar a los problemas que más preocupan a la gente, va a trabajar para mejorar el bienestar de todos.

A mí me descoloca un poco la cuestión de los colores. El PP se ha pasado al naranja. ¿Qué pasó con el color rojo que utilizaban antes? Ya no parece el PP tan genuino desde que ha sufrido esa decoloración. Sí, porque parece como si el rojo-sangre de antaño se hubiera deslavado al contacto con los elementos. Como esas revistas amarillentas (o anaranjadas) que llevan mucho tiempo tras el cristal de los quioscos. A mí el naranja me recuerda a las zanahorias y a las bombonas de butano. Me pregunto el efecto subliminal que buscan los del departamento de imagen de este partido. Tal vez el PP ha dado un giro alocado y se ha convertido en un partido de izquierdas. Y si no, no hay más que leer a Rajoy:
“En el Partido Popular nos preocupamos por el coste de la vida, el empleo, la inseguridad, la sanidad, la educación, el precio de la vivienda o la amenaza terrorista, es decir, de los problemas reales de los españoles”.
Algún malintencionado podría sacar punta a esto y decir que el PP se preocupa por que el coste de la vida sea alto (siendo rico, ni te enteras), que el empleo sea precario (más cómodo y beneficioso para el empresario), que la seguridad, la sanidad y la educación sean privadas, que el precio de la vivienda siga subiendo (el mercado manda). Pero yo creo que no, creo que Rajoy ha tenido una suerte de revelación mística y se ha resuelto a llevar a su partido más a la izquierda que el PSOE para, de paso, ganarse a las masas trabajadoras, esas que no salen a votar en cuanto las decepcionas un poco. Lo tiene difícil el PSOE, la verdad. Como no espabilen va a salir Rajoy de presidente en las elecciones generales y ya lo veo codeándose con el presidente del imperio y poniendo sus pies sobre la mesita del café en la Casa Blanca, como su jefe Aznar. El PSOE ahora se plantea la necesidad de acometer "cambios profundos e inaplazables". Yo les recomendaría cambiar el color de su logo. La rosa, en vez de roja, la podían poner naranja, que es un color que se lleva mucho esta temporada.

Comentarios

Juan Eme ha dicho que…
YO CREO QUE AL PSOE LE ESTÁ PASANDO LO MISMO QUE AL RESTO DE LOS PARTIDOS SOCIALISTAS Y SOCIALDEMOCRATAS DE EUROPA, SE ESTÁN VACIANDO DE IDEOLOGÍA Y NO SE HAN REDEFINIDO COMPLETAMENTE EN ESE TRISTE ESPACIO DE CENTRO QUE EL PP QUIERE OCUPAR COMO ESTÁ HACIENDO SARKOZY EN FRANCIA, APROPIANDOSE SIN TAPUJOS DEL DISCURSO DE LA IZQUIERDA. SI QUIERES ALGO DE IZQUIERDA, BÚSCALA EN LOS NEOCOMUNISTAS Y ECOLOGISTAS, PORQUE EL BIPARTIDISMO ESTÁ MUY CHUNGUITO.
Iracundo ha dicho que…
Me ha llamado la atención lo del curso de “producción de textos en español” y la “deformación profesional”. Eso me ha recordado los viejos tiempos de estudiante en la universidad. Precisamente, de entre todos los años de carrera, una de mis asignaturas preferidas era una que se llamaba algo así como “Estudio semiótico de textos y discursos”. Sin duda, allí aprendí yo también a leer entre líneas, como si de la adquisición de un don se tratase...