¡QUÉ SÉ SHÓ! (VISIONES DE ESPAÑA DE UNA ARGENTINA)



"Víte, qué quilombo de país..."

La verdad es que tengo bastantes prejuicios contra los argentinos en general.Me los ha dado la experiencia de conocer a algunos por acá, y seguramente mi visión es injusta. De todas formas, voy a provechar la visión, para mí acertada, de una chica argentina que como una persona de fuera, puede dar una visión objetiva de por dónde van los tiros en este país.

1. Acerca de la Transición Española :

- Esta mujer porteña me comentaba que en Argentina, recién llegada la democracia, se empezó a hablar de los desaparecidos y de las fosas comunes, y se empezaron a abrir procesos contra los militares. Eso sí, con avances y retrocesos según los gobiernos en el poder y las circunstancias políticas y sociales. Me contaba esto en comparación a cómo pasamos página tan rápidamente en España y olvidamos las injusticias con las víctimas del Franquismo, y lo que hemos tardado en elaborar una Ley de la Memoria Histórica, y el nulo apoyo del Estado a la búsqueda de fosas comunes de represaliados por el Régimen en los 40 años de dictadura, y sobretodo, el desmarque que nunca se ha producido de miembros del Partido Popular con aquella época ignominiosa. Para ella, cualquier indiferencia pasa por ser complicidad.
La reflexión no acababa ahí, ya que le parecía más grave aún que fuera la mitad de España la que no quería desmarcarse del franquismo, a la que sólo le bastaba olvidar.
Yo le expliqué que una mitad de este país descendía de los vencedores de la guerra civil y la otra, de los perdedores. Aunque pueda sonar al viejo tópico de las 2 Españas. También le comenté que obviamente, a la mayoría de la gente, 30 años después de la muerte de Franco, le preocupaban temas más actuales que las injusticias y los asesinatos masivos que hubo en la posguerra. Nos bastaba con el desarrollismo económico actual, triunfo de Franco en los 60 y del PP y PSOE en los 90 y dosmiles. Esos nos pone una venda en los ojos y como dice Fraga ahora, ¿a qué viene esa cosa absurda e inútil de la Memoria Histórica cuando el progreso social y económico de nuestro país es la envidia del mundo entero?. ¿A quién le importan los muertos del pasado cuando tenemos un Mcdonald al lado?.Yo le tendría que explicar a la compañera argentina quién es Fraga y de dónde viene, quién es Carrillo y de dónde viene, etc.. y etc.., entonces claro, le daría la razón con estos poderosos argumentos de por qué el Estado Español nunca apoyó la búsqueda de fosas comunes.

2. Acerca de los nuevos ricos españoles :

- Se sorprendía la porteña de cómo en Madrid era natural que una familia tuviera 2 ó 3 coches de media, uno por cada miembro, y de que se vieran en nuestras carreteras coches con sólo 1 ocupante. Le parecía que contaminábamos mucho, que las ciudades tenían demasiados autos, con la polución, atascos y ruído que eso conllevaba.
Ella piensa, que, a pesar de las nuevas líneas de metro, los pueblos de Madrid están mal comunicados entre sí, y que el transporte público aún deja que desear porque todo se hace para el auto privado. Que se lo diga a Gallardón o a Espe Aguirre, líderes del neo-desarrollismo populista tan premiado en las últimas elecciones.

(A mí, a veces, me sale el facha que como español aficionado a los arranques de gónadas llevo dentro, y pienso que ya están los argentinos criticando como siempre lo que va mal de un país que no es el suyo, que si no están contentos que se vayan, sudacas de mierda etc..., podrían ser como los ecuatorianos, que agachan la cabeza y trabajan sin decir esta boca es mía, serviciales y humildes, no como los porteños siempre tan prepotentes y chulescos etc.. guau guau. Perdónenme, es el diablillo fascista que a veces nos sale a los españoles cuando nos cabreamos).
En un anterior trabajo, conocí a otro porteño (siempre son de Buenos Aires) que quería arreglar España, que tristemente se le antojaba demasiado parecida a Argentina en cuanto a desorganización, y que con una ingenuidad apabullante pretendía junto con su pareja, comprarse un piso en el barrio de Retiro de Madrid, como si estuviera a su alcance semejante hipoteca, y que yo sepa no tenía millones en el banco. Más tarde le pregunté si había conseguido el crédito, algo que él antes veía fácil. Me dijo apesadumbrado que no, que imposible. Yo me reí por dentro. A este argentino le gustaría ser alemán o noruego. A mí, a veces, también.

3. Una señora mayor del centro de una ciudad-dormitorio madrileña :

Me relataba la compañera austral, que una vecina mayor de su barrio le había soltado que sus hijos se marchaban a una urbanización de las afueras de esa ciudad-dormitorio porque el centro estaba ya invadido por los inmigrantes, que ocupaban los ambulatorios de la seguridad social, los colegios y las guarderías públicas, o sea, que huían de la inseguridad, la pobreza, la competencia y la mala imágen. Tenían dinero para subir en el escalafón social y ya podían pagarse un adosado en un barrio lleno de españoles como ellos. Y ella pensaba : -cuando esta señora hablaba de invasión de inmigrantes, ¿se refería a mí?.

(Yo sigo pensando, que a pesar de todo, al argentino se le mira mejor aquí que al peruano, ecuatoriano o marroquí, porque son blancos y parecidos a nosotros culturalmente. Me parecen inmigrantes de primera categoría, no de segunda como el resto. No hay que avergonzarse por aceptar que intrínsecamente el europeo y el español es racista y clasista. A pesar de toda la losa pesada de lo políticamente correcto que nos hace pensar que somos mejores y tolerantes, sabemos que no es así, que la cosa no ha cambiado en siglos.)

El que vive en una urbanización preciosa y cara, poblada sólo por nativos, puede decir que el multiculturalismo es maravilloso, porque no tiene que convivir ni competir por los servicios con extranjeros pobres, como el resto de nativos de clase trabajadora, que es el verdadero caldo de cultivo de la extrema-derecha racista y xenófoba al estilo Le Pen o Vlaams Blok. El Estado no debe fomentar indirectamente la xenofobia al regalar privilegios sociales al inmigrante en pos de lo políticamente correcto y el paternalismo estatal, ya que el nativo lo ve como una injusticia, y en vez de pagarlo con el gobierno, lo paga con el extranjero, que no tiene por qué ser mejor que el nativo en su comportamiento, ni hay que exigírselo. Lo ideal sería un sistema de igualdad de oportunidades por méritos propios, no por clase ni dinero. Pero ni los países más avanzados acaban de conseguir esto.

Recuerdo un triste e-mail que me envió un presunto miembro de un partido comunista radical, en el que criticaba la propuesta de la Asociación por una Vivienda Digna, ya que pensaba que ésta quería regalarle pisos a "moritos, negros y gitanos". Le respondí que si se había equivocado de ideología y pertenecía a la Falange, seguramente más a la izquierda que este energúmeno. Así está el patio.

Y mientras, los diarios se llenan de temas tan interesantes como la letra del himno español o el partido de la selección nacional catalana de fútbol sala en Siberia. Los gulags de allá tendrían que seguir abiertos para enviarles a cierto tipo de españoles.

Hoy le he dicho a mi colega argentina que se tome sus 15 minutos de descanso en el trabajo, porque no vive en Tailandia, aunque sea sub-sub-contratada. Me ha mirado raro. (Yo sólo soy sub-contratado y me debo dar con un canto en los dientes.)

Comentarios