COCHES DE MUERTOS


Siempre que viajo por carretera, me llaman mucho la atención un tipo de automóviles de habitual conducción peligrosa y temeraria, que son los seat león oscuros de lunas tintadas y los citroen c4 idem, tuneados o no, a los que denomino "coches de muerto", o "celebrity cars", por lo de que parece que llevan a un famoso mafioso dentro. Me intimidan sobretodo los niñatos con coches de gran cilindrada, que inconscientes del riesgo, van a casi 200 por hora por las autovías, y que son carne de cañón, mejor dicho, carne de ataúd. Últimamente, la conjunción de alcohol+velocidad+juventud descerebrada está incrementando los muertos en carretera. Pienso que mucha culpa la tienen los padres de esos chavales, que no les ponen trabas para que conduzcan coches los fines de semana, que se los compran o les dejan hacer. Otra parte de culpa es de este sistema materialista de consumo enloquecido en el que ya estamos inmersos, sobretodo en un país donde el coche sigue viéndose como un símbolo de estatus social o de vacile, claro.


Otro cantar son los conductores de Mercedes, Audi y Bmw, que se piensan que van solos en la autovía y que los demás pobrecitos tienen que ir abriéndoles paso por el carril izquierdo, que ya olvidaron que existía para adelantar, y no para quedarse allí eternamente.


Es muy triste observar la cantidad de macarras con coches de muerto que veo por las carreteras de Córdoba y por el sur de Madrid, paraíso del tuneo y de suicidas del volante, descerebrados posadolescentes listos para inmolarse y matar como si fueran terroristas radicales.

Si después lee uno que España tiene uno de los peores sistemas educativos de Europa, con mayor fracaso escolar, todo ya está dicho. Nunca ha hecho más falta en este país, poner en práctica la pedagogía y la educación cívica y vial.

España me sigue recordando esos tiempos en que existía una minoría ilustrada y una masa de analfabetos (funcionales ahora) sin límite y embrutecida.

Claro, que el problema de la velocidad en las carreteras no es sólo de analfaburros, sino de todos aquellos prepotentes Aznaráses de puro en boca, que llevan el 4x4 tanqueado o el Volvo autocarizado echando fuego por el tubo de escape. No hacen falta anuncios doblados en la tele imitando el tono House, no. Son más necesarios lavados de cerebro e hipnotismos programados, como en la Naranja Mecánica, y Guardias Civiles fascistas que retiren carneses y puntos sin ningún tipo de escrúpulo. La gente no tiene derecho a todo, esos es una libertad mal entendida. La vida en comunidad tiene esos inconvenientes, es un bien necesario el respeto al otro, nos va la supervivencia de la especie.

Comentarios