"Salvarse el puto culo", esa es la filosofía real de la gente en las empresas. A todos los niveles, en todos los cargos. Medrar, quejarse, acusar a los demás de los errores ajenos, etc..
Me siento utilizado, estafado, engañado por algunas compañeras del departamento. En su guerra, no la mía, se critican unas a otras, pelotean a la jefa, se apropian de méritos ajenos, se usan, se tiran a la basura en la lucha diaria por la supervivencia, en la defensa y en el ataque que SIEMPRE se cobra víctimas. Miserias cotidianas en el quehacer laboral; estrategias, chanchullos, competitividad, rivalidad, puñaladas y más tarde celebraciones de cumpleaños, de viajes, de santos, en falsa armonía de todos amigos y amigas.
Yo no estoy hecho para esto, aunque aprendo rápidamente.
Comprendo cada día más a todos esos que se vuelven locos, cogen un arma y empiezan a cargarse a sus antiguos compañeros y jefes de la empresa que les trató tan mal.
Esa locura yo la catalogaría como enfermedad laboral. Con víctimas, claro.
Me siento utilizado, estafado, engañado por algunas compañeras del departamento. En su guerra, no la mía, se critican unas a otras, pelotean a la jefa, se apropian de méritos ajenos, se usan, se tiran a la basura en la lucha diaria por la supervivencia, en la defensa y en el ataque que SIEMPRE se cobra víctimas. Miserias cotidianas en el quehacer laboral; estrategias, chanchullos, competitividad, rivalidad, puñaladas y más tarde celebraciones de cumpleaños, de viajes, de santos, en falsa armonía de todos amigos y amigas.
Yo no estoy hecho para esto, aunque aprendo rápidamente.
Comprendo cada día más a todos esos que se vuelven locos, cogen un arma y empiezan a cargarse a sus antiguos compañeros y jefes de la empresa que les trató tan mal.
Esa locura yo la catalogaría como enfermedad laboral. Con víctimas, claro.
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