EL MARRÓN DE LATINOAMÉRICA

*A propósito del rifirrafe del Rey con Chávez


Se acabó la conducta paternalista de la política española con Latinoamérica. El socialismo bolivariano ya no nos quiere por allá, y hacer seguidismo de los Estados Unidos también nos perjudica por aquellos pagos. Guardar el equilibrio es complicado, tenemos intereses económicos y culturales, pero ya no debemos ejercer de hermano rico, sino soportar todos los tópicos reproches del criollo hacia su papá conquistador y colonialista, sin abrir la boca, como hacen los alemanes cuando el estado de Israel les recuerda viejos tiempos infames para los judíos.


España tratará con Méjico, Brasil y Chile como socios preferentes y más comprensivos. Su desarrollo económico ya tira del subcontinente, y sus partidos políticos se parecen a los nuestros.

No están tan envenenados por el populismo autoritario como sus vecinos caribeños y andinos.

En un par de años seremos los españoles los grandes malos, en conmemoración a los 200 años de independencia de las repúblicas americanas, y se nos pedirán cuentas ahora a nosotros de lo que hicieron por allá nuestros antepasados, historia que desconozco y de la que no me siento responsable, (¿Por qué nunca se nos contó nada en la escuela de la historia de las Américas?), como un austriaco o alemán de ahora no se siente responsable del nazismo de sus abuelos ni yo mismo del franquismo de los míos.


Creo que España debe unirse más a la política exterior de la UE e incluso de Estados Unidos con respecto a Latinoamérica, quizá haciendo una excepción en las relaciones culturales y marcando siempre una crítica distancia de la visión norteamericana, pero no contrapuesta.

Debemos abandonar el paternalismo, y tratarlos con plena igualdad, pero sin acercarnos demasiado a sus políticas internas, que posiblemente nos tildarán de enemigos cuando les interese. Ha pasado mucho tiempo de nuestra presencia allí, y no creo que haya que tratarlos de diferente manera a como se trata a Rusia, Singapur ó Sudáfrica, por poner algunos ejemplos al azar.

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