LA GENTE DE ANTES Y LA LUCHA DE AHORA







Hoy he estado charlando en el bus de empresa con un colega de trabajo, un viejo socialista, cercano a la pre-jubilación forzosa y abusiva por parte de L.I., iniciales de mi empresa de marras, que pronto prescindirá de mis servicios subcontratados a una Empresa de Trabajo Temporal. Este buen hombre, un superviviente, me estuvo contando algunas hazañas en tiempos de Franco. Él tiene un hermano muy militante de la CNT, que fue varias veces detenido y torturado en los sótanos de la famosa DGT, y contaba como ya con la democracia, en los 80, tuvieron que enfrentarse al cierre encubierto de la constructora donde trabajaban, que les debía el sueldo de 4 meses. Cuando el comité de los trabajadores se sentaba a negociar con la empresa, ésta llevaba a un caro abogado-tiburón, que le buscaba las vueltas a una ley ya de por sí injusta, para no darles indemnización. La cuestión fue que los representantes de los trabajadores se levantaron de la mesa, persiguieron al abogado y al director de la constructora, cuyo coche acorralaron cerca del puente de una autovía, y allí intentaron volcarlo para tirar al director puente abajo. Reflexionaron y no lo hicieron, aunque le dieron un buen susto al de la empresa, que se orinó encima y todo. A los pocos días, les pagaron las nóminas atrasadas y todo fue mucho más fluido y satisfactorio para las reivindicaciones de los trabajadores. Es triste que haya que recurrir a la violencia para conseguir algo que la ley no te permite, o la mala fe, el poder y el dinero de la parte empresarial. Pero a veces, es necesaria cuando no queda otra opción. En este caso, les salió bien.

Pienso en esa generación que tenía conciencia de clase, que luchaba y se implicaba, y les admiro. Porque ya quedan muy pocos. Ahora la gente se siente más atada, impotente y derrotada desde el nacimiento. Las hipotecas amordazan, la ambición desmedida por subir en las empresas es otro autoengaño que dinamita la unión de los trabajadores, y el trabajador aguanta, e incluso asume todos los abusos. Hay alguno que hasta los defiende. Los comités de trabajadores suelen estar comprados o con infiltrados de la empresa. Los sindicatos oficiales luchan poco porque viven de las subvenciones del estado, no de las cuotas de sus afiliados. Vivimos en un sistema muy cerrado y controlado. Una monarquía intocable, unos poderes económicos inmutables y controladores y los trabajadores desmovilizados completamente, analfabetizados incluso.

Nadie sabe quién fue realmente Pablo Iglesias, ni Marx ni Bakunin. No se sabe que el comunismo, socialismo y anarquismo surgieron como movimientos que pretendían corregir los abusos del capitalismo de la revolución industrial, y en esta sociedad post-industrial, la lucha continúa porque poco ha cambiado. Lo que pasa esta vez, es que no lo sabemos. O nos da igual, drogados y pillados por los bancos y el consumismo. Todo se acepta y todo se permite. Como si emanara de dios y del principio de los tiempos. Como si fuera lo natural y correcto. Nos ha alcanzado la historia y nos ha vuelto a aplastar.

Echo de menos la lucha obrera, incluso agresiva y violenta. Cuando se buscaban y se castigaban a los delatores e infiltrados, porque era una GUERRA trabajador contra patrono. Se nos quiere convencer, desde los medios e intereses neoliberales, que hoy son TODOS, que ha llegado el fín de la historia y que hemos superado la dicotomía Derecha-Izquierda. No es verdad. Quizá ha cambiado la estructura económica, ahora todo es más volátil y virtual. Se prima la economía especulativa a la real y tangible, la globalización está haciendo la producción más competitiva pero también más abusiva, sin controles estatales. Como hay que mover el producto al menor coste por mayores mercados, y hay que competir con países que apenas tienen protecciones laborales, entonces el dogma es rebajar las nuestras, después de siglo y medio de luchas sangrientas. Yo no pienso trabajar 12 horas al día y tener 5 días de vacaciones anuales, como los chinos. Yo no pienso renunciar al subsidio de paro ni a la indemnización si me despiden. Que esto pueda ser inflexibilidad del mercado español para el FMI, eso no es mi problema. ¿Nos tenemos ahora que bajar los pantalones para que sigan siendo más ricos lo de siempre?. Yo bajaré mis expectativas y consumo. Seré más responsable y ecologista. Reciclaré, no usaré el coche, etc.. Pero que también sean más responsables ellos, los empresarios. Que tenemos las de perder con China o India, me importa un bledo. Que se preocupen ellos de luchar contra ese todopoderoso y esclavista Partido Comunista Chino que les subyuga. Podemos animarles a hacerlo, apoyarles, darles armas y medios. Posiblemente ahora las luchas obreras sean las de ellos, luchas por la democracia también.

Hay nuevas responsabilidades contemporáneas para la clase obrera en la era de la globalización :

- Frenar el desarrollo económico de nuestros países intentando evitar el proteccionismo exagerado hacia los trabajadores del sector primario, sin empobrecerles tampoco al no poder competir con productos agrícolas más baratos de países en vías de desarrollo. Fomentar la agricultura ecológica para que este sector primario pueda competir y sobrevivir. Frenar el desarrollo económico tratando de consumir menos y haciendolo responsablemente, aunque tengamos que asumir el cierre de bastantes empresas y las pérdidas de empleos.

* Es curioso que para ser justos con el resto del planeta, tengamos que vivir una crísis económica. Para equilibrar el desarrollo de cientos de países, tengamos que empobrecernos nosotros. Sería como empezar de nuevo. Pero hay muchos problemas que harían inviable esto :
-a mayor paro, crecería la delincuencia. La mano de obra barata inmigrante se iría, con lo cual no habría superavit de la seguridad social. Habría que subir aún más los impuestos y encarecer las materias primas. Es casi cínico llegar a la conclusión de que para que nosotros vivamos así de bien, mucha gente pobre extranjera tiene que currar para nosotros y hacer lo que ya nosotros no queremos hacer, ni los de izquierdas ni los de derechas.
Quizá haya otras vías y modelos :
- Buscar otras energías renovables, cultivar el fondo del mar con algas para el consumo humano, transformar totalmente el modelo energético. No es nuevo esto que digo. Muchas organizaciones a nivel global claman ya por transformar la dependencia del ser humano de los combustibles fósiles, pero aunque Occidente empezara a actuar ya, quedan China, India, Brasil, Venezuela, que con años de retraso en la industrialización, buscan ocupar el mismo puesto que hemos ocupado nosotros durante 2 siglos. Es un gran problema, porque no tenemos autoridad moral para pedirles que no se desarrollen ni esquilmen el planeta como hemos hecho nosotros durante doscientos años. De repente, Europa y Estados Unidos pueden volverse países ecologistas, pero sólo porque nos lo podemos permitir, como nuevos ricos que se comprar coches híbridos carísimos, nuevos juguetes de gente concienciada por Al Gore. Si frenamos nosotros la polución que creamos, Rusia, China e India nos sustituirán como países contaminantes, entre otros muchos. ¿Pero que alternativas nos quedan?. ¿Decirles a países de más de 1000 millones de habitantes que vuelvan a ser los buenos salvajes orientales budistas que eran y sigan cultivando arroz hasta el fín de los tiempos?.

La lucha de ahora es tremenda.









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