Aceptamos sin más la precariedad laboral, los altos precios de la vivienda de alquiler y compra, el rodillo impacable de los que mandan en los ayuntamientos, comunidades autónomas o en el estado, lo que nos cuentan y desinforman en los medios audiovisuales. En este sálvase-quién-pueda, sólo gastamos energías en conseguir más dinero, en entretenernos para no pensar, porque si no piensas, no-sufres(Simón García Naharro dixit). Si eres agraciado en la tómbola de la mala suerte, tú puedes a llegar a ser el parado, el inmigrante, el mendigo sin-hogar. Puede tocarte, o por una mala decisión, o por pura desgracia.
Nadie está a salvo. No lo olvides. Un día, lo que ahora aceptas sin más, puede tocarte. ¿Y qué harás?.
Nadie está a salvo. No lo olvides. Un día, lo que ahora aceptas sin más, puede tocarte. ¿Y qué harás?.
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