TENER UN BLOG

Es la segunda vez que me ha pasado. Es la segunda vez que la gente se me asusta cuando lee este blog. Bueno, hubo más veces. Aquella vez que en Youtube subí la maravillosa interpretación de dos actrices de poemas teatralizados a las que conocía, y el realizador de aquello me pidió por favor que lo retirase porque los poemas no eran suyos, sino de un autor de teatro, y que no quería tener problemas con la S.G.A.E. Lo mejor fue que en su página web, este realizador defendía la cultura libre y la licencia creative commons. No soporto a la gente incoherente, ni su miedo. Debo ser bastante exigente, por lo menos conmigo mísmo lo soy.

Hace poco, otro curioso caso. Descubro que alguien ha intentado meterse en mi cuenta de este blog de Google para borrar una entrada que cometí el error de publicar, pensando que era una opinión valiosa sobre valores humanos, una actitud diría que política ante la vida que yo comparto plenamente. Pero ay, una cosa es hablar y otra dar trigo. Cuando se tienen intereses personales, incluso con esta empresa en la que esta bitácora se publica, y sobretodo, cuando se piensa que van a reconocerte, como si esto fuera el HOLA, entonces, la cosa cambia. Pido disculpas por mi temeridad y por el supuesto riesgo que hago correr a ciertas personas que sólo dan su opinión (de bar). Incluso tienen miedo de que el dueño (del bar) pueda enterarse de lo que piensan de verdad sobre su establecimiento. Allá ellos con sus temores. Debe ser todo esto, algo relacionado con la responsabilidad de tener un blog y de que lo se escribe, se pueda leer, y hay consecuencias. Es la historia de la libre expresión, y la larga novela de autocensuras sin fín. Mea culpa. Yo también me autocensuro.

Comentarios