PEPEROS
Cuando sale Pizarro a la palestra diciendo que el PSOE despilfarra el superávit haciendo regalitos y subvenciones de 400 euros a los contribuyentes, de 210 euros a los jóvenes para el alquiler y demás, acierta en la inutilidad de estas medidas, pero no en el diagnóstico de los males de nuestra economía y sistema social. Obviamente, el Partido Popular no se metería realmente en la problemática que genera todas estas injusticias, que es el escaso reparto de la riqueza, la especulación fomentada desde arriba, la corrupción social generada por la burbuja inmobiliaria y un falso desarrollismo económico que ha ocultado las perturbaciones y defectos de un sistema escasamente democrático. Si el PP estuviera en el poder, también pondría tiritas y subvencionaría para callar bocas por el bien de la paz social.
Entre los progres pijos y los pijos peperos, no me quedo con ninguno. Todos viven bien, tienen sus casas bien pagadas y sus trabajos estables. No les afecta la crisis económica. Y ninguno de ellos va a beneficiarme, a hacer que mi vida sea mejor. Si ha salido ganador el PSOE en estas elecciones, es porque es la opción menos mala. Yo no confío mucho que ellos hagan algo en esta legislatura. No confío en que arreglen el problema de la vivienda, ni que propicien un trabajo de mejor calidad y más estable, no confío en que racionalicen los horarios laborales, ni creo que les quiten los privilegios a la Iglesia Católica, entre otras cosas que es necesario hacer ya en este país. A pesar de sus buenas intenciones, no creo que Zapatero haga mi vida más fácil ni me ayude a ser un poco más feliz, en el sentido de esa felicidad que las constituciones liberales reflejan : Libertad, Igualdad y Fraternidad.
El PSOE suele ganar y mantenerse en el tiempo, más en unas comunidades que en otras, porque reparte lo suficiente, que no es mucho, y desarrolla bastante territorios que han sido pobres, agrícolas y subdesarrollados. Pienso en Extremadura, Andalucía y Castilla La Mancha. Después gana y sube en territorios de más base obrera industrial , como en el País Vasco y Cataluña. El PP gana en territorios conservadores, religiosos, tradicionales y de burgueses enriquecidos, donde no se ha desarrollado una conciencia obrera, o donde el PSOE no constituye una alternativa fuerte y creíble.
Después, IU ha fracasado porque no ha sabido ocupar ese espacio social abandonado a la izquierda del PSOE, aunque le ha perjudicado mucho el voto útil. Están surgiendo otras alternativas de centro-izquierda, y liberales progresistas de ámbito nacional, como UPyD y Ciudadanos-Ciutadans, que han aparecido como reacción a políticas nacionalistas periféricas y pactos excluyentes del gobierno central con esos partidos nacionalistas, pero que aún no sabemos si resistirán como fuerzas políticas que propongan algo más que los dos partidos tradicionales y den alternativas de resolución a problemas sociales, económicos y culturales.
De todas formas, a lo único que aspiro es que alguien baje de su sillón confortable e intente arreglar nuestros problemas reales.
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