EL MAL MENOR NO SIEMPRE ES EL MAL NECESARIO

Patxi López, del PSEErkoreka, del PNV

Mi opinión sobre el PNV y los nacionalistas en general, viene mediatizada por mi relación de amistad con un vasco de Guipúzcoa, autoexiliado por libre elección de su tierra, hastiado del tóxico y continuo lavado de cerebro al que veía sometidos a sus conciudadanos por el nacionalismo gobernante o el batasunismo local, presente en las alcaldías de muchos pueblos de la provincia guipuzcoana.
Este amigo mío se sentía bastante más próximo a las opiniones de Mayor Oreja y del PP vasco, porque los había visto mucho más cercanos a las víctimas y no eran nada tibios con respecto a los peneuvistas y los batasuneros-etarras, como pensaba que sí lo había sido desde siempre el Partido Socialista de Euskadi.
A mí personalmente, como votante de izquierda, me repugna la posición de Ezker Batua ó Izquierda Unida de Euskadi, que por mantenerse en el poder en el Gobierno Vasco, no se desmarca de las posiciones calculadamente ambiguas del PNV. No me vale que Ezker Batua sea autónoma, al ser IU una coalición de federaciones, como no me vale que el PSE haya hablado sin condiciones con ETA-Batasuna en el pasado reciente. Sé que ahora mismo las cosas están cambiando, porque el PNV, por catar de nuevo poder, se está retractando de su apoyo indirecto a ANV, y con la boca pequeña le está pidiendo que condene la violencia, y sé que el PSE, desde el asesinato de su concejal Isaías en Mondragón, no se aventura en ingenuas aproximaciones al entorno etarra.

Creo que la situación del nacionalismo y el terrorismo en Euskadi está así ahora, porque en 30 años se ha ido de las manos. Se ha permitido a los nacionalistas crear pequeños estados-naciones de facto no democráticos, sino oligárquicos. Al igual que el PP y el PSOE han estado gobernando en Galicia y en Andalucía durante más de 20 años, casi toda la duración de la democracia, así en Cataluña y País Vasco, los nacionalistas han estado en el poder el mismo tiempo, propagando su magma ideológico incluso en partidos no nacionalistas per se. En Euskadi, todo esto es aún más grave por la existencia del terrorismo, que ha actuado como una fuerza político-mafiosa más, ya que ha ido matando y dejando de hacerlo en función de sus propósitos, por un lado, políticos (a los que tristemente se les ha hecho caso), y por otro, criminales. Espero que el nuevo gobierno de Zapatero haya aprendido de sus errores, y no vuelva a caer en el mismo de hablar con ETA como si fuera un interlocutor político válido, creyéndose toda esa basura semántica del “conflicto vasco”, los derechos de los vascos, etc..
Cierto es que el PP ha utilizado de forma miserable a la mayoría de las víctimas del terrorismo etarra para socavar al PSOE y volver al gobierno. Bien que lo ha pagado en las urnas. Al ser un partido de maneras muy poco democráticas, ha querido enfrentarse al terrorismo y al nacionalismo de forma autoritaria, y eso, en España, después de una dictadura larga y cruel, es un pecado grave. No puedes enfrentarte a una ideología y a unos criminales que piensan que España es un estado fascista con maneras autoritarias, sino con la democracia en la boca, con la constitución en los dientes, usando todas las armas que te da el sistema para derrotarlos, para aislarlos, para que se vea que los fascistas de verdad son ellos, y que los que les toleran son en parte beneficiarios del terrorismo, porque éste les quita de en medio a los que no comulgan con las ideas nacionalistas e independentistas, y divide a la sociedad vasca entre constitucionalistas y los que no lo son. Cuando se termine la violencia en Euskadi, podrá celebrarse un referéndum si los vascos lo consideran conveniente. Yo creo que algo cambiará en el País Vasco, cuando haya un gobierno no nacionalista, y creo que la mejor alternativa sería un gobierno PP-PSOE, porque la izquierda no está para nada capacitada en este país para gobernar sola o con los nacionalistas-independentistas, ya que no ha sabido desprenderse de todos esos prejuicios antifascistas, federalistas, republicanos y de unión de pueblos soberanos y libres, que mezclados en extraños mejunjes, han hecho tanto daño a la gobernabilidad y a la libertad de la gente del verdadero pueblo.
Comprendo que el PSOE acepta al PNV como un mal menor, ya que hay un 50 por ciento de vascos que les votan, y piensan que, pactando con ellos, les moderan. Pero como me dice mi amigo vasco, el PNV no va a cambiar, puede disfrazarse, disimular, pero dentro de él, la hidra protofascista sigue viviendo.

Yo no me siento nada identificado con una izquierda que antepone la presunta libertad de los pueblos, a la libertad de los trabajadores, que no lucha lo que debe por una mejor política social y solidaria, que no intenta dar alternativas creíbles a este capitalismo esquilmador. Para eso me abrazo sin complejos al PP, que no me engaña en ese tema, que lo tiene claro. O me apunto a una tercera vía, la de UPyD ó Ciudadanos, que asumen en su seno a liberales progresistas y socialistas críticos con el nacionalismo y que quieren regenerar democráticamente este país, la medida que con más urgencia se necesita.

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