LA OFICINA COMO CAMPO DE BATALLA

Casi todas las empresas en fase de crecimiento y expansión son iguales, hay reparto de cargos y cuotas de poder, y esto provoca puñaladas traperas, peloteos, desconfianzas y rumores. Si de por sí, la oficina ya es un campo de batalla donde no puedes confiar en nadie, donde no puedes actuar con naturalidad ni hablar más de la cuenta, en esas situaciones de crecimiento, todo se encrespa más.
Hoy he descubierto la zona del departamento encargada de espiar a los empleados, de controlar numéricamente la cantidad de llamadas que hacen, el tiempo de duración, etc.. He atado cabos y he comprendido la razón de tantas miradas huidizas cuando me levanto, cuando voy a por un café, cuando voy a hablar un segundo con mi colega del bando rebelde. Nuestra jefa en esta empresa de formación cuyo nombre empieza por H..,siempre sonríe, nunca parece que se manche. Ya tiene subordinados y compañeros que se manchan por ella. Creo que La Stasi era menos eficiente en el control de los ciudadanos alemanes orientales que algunos departamentos de esta empresa. Me siento igual que a los 14 años cuando estudiaba en un colegio de curas, coaccionado y reprimido por fuerzas autoritarias...

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