MISERIAS LABORALES (II): "JEFES CÍNICOS"


La semana pasada, la jefa de mi departamento me reunió para soltarme unas lindas perlas y demostrarme su cinismo.
Primero, sorprendida por unos gestos de tensión y mal rollo entre compañeros, me dijo que apostaba por mí, por mi trabajo, porque me veía con capacidad, pero echaba sobre mí la culpa de la falta de comunicación y de agobio por la gran carga de trabajo que atravesaba el departamento. Me veía desanimado y desmotivado, y me pedía que gestionara mejor las muchas tareas que me asignaban los colegas veteranos, quitaba hierro a la presión, presionándome sibilinamente para que fuera un poco más rápido, porque fíjate lo que me planificaban el trabajo mis compañeros, y además, me pedía que en una hoja excel le detallara el tiempo que tardaba en realizar cada tarea, pues si ella veía que me estaba saturando, pediría un nuevo administrativo a Recursos Humanos. Porque en su departamento había muy buen ambiente (risas), y que sintiendo que no estuviéramos todos ubicado físicamente en el mismo espacio (situación que llevaba así dos meses por falta de mesas y obras de ampliación de la plataforma), porque no podía hacerme un mejor seguimiento (en realidad, un control aún más implacable), me pedía más o menos y con palabras maquilladas, que me adaptase a ese brutal ritmo de trabajo (de explotación). Para demostrarme su buena fe, puso para que me ayudara a una compañera administrativa que entró después de mí en la empresa, y a la que despidió a la media hora con subterfugios y motivos hilarantes como su falta de adaptación, etc.., cuando la pobre había aguantado más de un mes sin sitio fijo donde trabajar, con malos modos y caretos de sus compañeros (compañeros por decir algo) y con toques anteriores de la jefa por tomarse descansos mal vistos por el resto de compañeros machacados y esclavizados. Eso sí, yo no estoy mal visto y sigo en mi puesto porque he fingido bien. El miedo hizo que no descansara ni un minuto en 7 horas de trabajo intensivo, y nadie me dijo que me tomara siquiera un café. El estrés que me ha supuesto adaptarme a ese ritmo de trabajo en menos de dos meses en la empresa, me ha producido un continuo ataque de nervios y cierta agresividad con algunos compañeros a los que sólo pedía que pararan el ritmo de trabajo, o que me dijeran que era prioritario o no, sin que me lo confirmaran casi nunca. Ese estrés me ha producido roces familiares, estallidos en llanto, y gracias a dios, todavía ningún ataque de ansiedad ni crisis lumbalgica. Sólo pensar que mañana tengo que volver al matadero, me produce nerviosismo. Mañana estaré solo con ellos, a expensas de todo lo que me quieran echar encima. Puedo adaptarme, pero no quiero hacerlo en estas condiciones. Caos organizativo, almacenes reconvertidos en archivos y salas de reuniones improvisadas, peligrosas e insanas para trabajar, escasas dos fotocopiadoras que se estropean por el uso de una plataforma de más de 200 personas, presiones insoportables y ninguna comprensión. El jefe de más arriba presiona a la de más abajo, y ésta a la otra, y aquella a mí mismo, e instaura un régimen de terror para que yo curre lo más posible, sin ningún tipo de motivación fuera de un escaso sueldo y el miedo a perder el trabajo. Ahora me necesitan, pero mañana, ¿qué?. No me gusta ni me interesa esta gente ni esta empresa. Tengo que mirar por mi salud física y mental, que están esquilmando en sólo dos meses de explotación con un mísero contrato por obra y servicio y dos meses de prueba. Mi familia me pide que aguante hasta que me echen y así poder cobrar el paro. Pero, ¿y si no me echan?. Y no lo van a hacer, porque necesitan que saque el trabajo. Podría provocarlo, pero, ¿a qué precio?. Tendría que enfrentarme abiertamente con ellos, hacer descansos largos, soportar más reuniones y apercibimientos o amenazas veladas o directas, más nervios y estrés, incluso podría padecer acoso moral o mobbing, si no lo estoy padeciendo ya de alguna manera. Me da miedo el desempleo, pero más miedo me da quedarme en estas condiciones.

Comentarios

alfredo ha dicho que…
lA ÚNICA SOLUCIÓN A LA ESCLAVITUD LABORALL, ES QUE LOS TRABAJADORES LUCHEMOS POR CREAR E IMKPLANTAR EMPRESAS O UNIDADES LABORALES AUTOGESTIONARIAS, SIN JERARQUÍAS DE MANDO, SIN AMOS NI SIERVOS, AL ESTILO DE LA MAJNOVICHINA O DE ESPAÑA EN 1936, ANTES QUE MARXISTAS Y FASCISTAS IMPUSIERAN SU DOMINIO Y APLASTARAN TALES EXPERIENCIAS.
PERO NO VEO NADA EN ESE SENTIDO.ES MÁS, PLANTAEARLO RESULTA UTÓPICO PARA TODOS, DE AZULES A ROJOS.
Juan Eme ha dicho que…
gracias, alfredo. por eso hay mucha gente que se hace autonomo o crea sus propias empresas, aunque no vaya por el camino que tú dices, para huir de las jerarquías y los jefes, o por insatisfacción personal. bueno, la via que tú propugnas es el camino libertario. no es una utopía, sólo que no funciona con mucha gente, es más util en grupos humanos pequeños. un saludo.