No sé si es un reflejo condicionado, un sentimiento de culpa nunca curado, su verdadero corazón autoritario o qué se yo, pero los dirigentes del Partido Popular se ponen siempre a la defensiva, se revuelven en sus sillones cuando alguien, el gobierno, un partido, un juez, remueve las tumbas de los represaliados por el franquismo. Y dicen que hay que olvidar, pasar página, no abrir heridas del pasado, etc.. Me recuerdan a sus abuelos, a aquellos que en casa no querían hablar de la guerra ni de las atrocidades que habían cometido. Quizá es que se arrepienten de algo, quizá, en el fondo, siguen teniendo miedo de que todo no esté atado y bien atado, y que los descendientes de los fusilados quieran algo de ellos. No comprenden que haya alguien que quiera saber donde reposan los restos de sus muertos, para honrarlos y enterrarlos dignamente.Ellos no tienen muertos, debe ser eso, o quizá murieron tranquilamente en sus camas. ¿De qué tienen miedo ahora?. No lo entiendo, o sí.
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