Creo que se equivocan aquellos que piensan que los terroristas etarras son locos, psicópatas y sólo asesinos a secas. Posiblemente haya algún loco y sádico en sus filas, y obviamente asesinos son todos los etarras que matan a seres humanos, pero se olvidan de que a ETA, al igual que a casi todos los grupos terroristas, no los mueve únicamente la sed de sangre o el más puro nihilismo. Se marcan objetivos específicos a cada momento para provocar una respuesta, una reacción social, política o policial. Marcan tiempos, siguen estrategias dentro del terror y la violencia, porque su propia existencia sin sentido tiene una inercia. Ya dan igual sus argumentos anacrónicos y fantasiosos de que luchan contra un estado no democrático que les tortura y reprime, y que cumplen la voluntad de un supuesto y fantasmal pueblo vasco que no puede expresarse libremente ni decidir su destino. No, creo que matan porque no pueden ni quieren dejar de hacerlo, su existencia se basa en eso, porque las historia les dejó atrás hace mucho tiempo, y sólo son un resto, una rémora, un escorbuto de tiempos peores guerracivilistas. Además, está la cobardía de todos aquellos actores políticos y sociales en el País Vasco que no se atreven a decirle a la cara a ETA que se autodisuelva y que abandone las armas. No se quieren creer que es lo único que pueden hacer ya, que están derrotados, que esto es un sinsentido, que nunca van a conseguir nada. Aunque lo piensen, pocos se atreven a decir públicamente que no apoyan la lucha armada de ETA, que este grupo terrorista está deslegitimado. Y como son pocos y cobardes, por eso hay que ilegalizarlos, porque es sensato y correcto, es lógico y racional pensar que estos grupúsculos dan soporte material y logístico a ETA. Es un error pensar, como hacen muchos grupos de ultraizquierda y antisistema, que se está fiscalizando o censurando la ideología de unos cuantos independentistas. Creo que nadie censura a Ezquerra Republicana de Catalunya. Ya está bien de poner bajo sospecha a la democracia española, eso solo les da más batería a los terroristas y a sus siervos.
El otro día escuchaba un programa nocturno de la emisora E.L.A. (Emisora Libertaria Autogestionada), que emiten sus programas desde un edificio oKupado de Madrid. Pusieron la grabación de un miembro de las Asociaciones Pro-Amnistía (cercanas a Batasuna y ETA), al que había absuelto la Audiencia Nacional. Pues empecé a reírme cuando le escuché las repetitivas e insoportables peroratas propagandísticas e intoxicadoras de siempre, que tan grata acogida tienen entre los grupos anarco-libertarios de la capital, en las que este buen chaval decía que si el estado español era represor, protofascista y tal y cual porque les había ilegalizado y detenido etcétera. No le escuché ninguna palabra contra ETA ni apiadándose de las víctimas del terror, nisiquiera ni un acercamiento frío al efecto colateral provocado por la lucha armada del patriota gudari vasco.(Si intentara pensar con sus neuronas)
Pienso que este programa radiofónico y esta emisora deben existir, aunque estas opiniones nos repugnen a la gente de bien. Si es legal, perfectamente legal la existencia de la COPE y el programa vomitivo del Fernández Santos, no veo por qué hay que cerrar estas emisoras libres. Pero lo que yo personalmente no soporto son los extremismos, y la falta de sensatez y moderación. Me repugna esta supuesta ultraizquierda justificadora del terrorismo como la ultraderecha justificadora de la represión contraria, creo que deberíamos ilegalizarlos a todos o controlarlos para que nunca alcen la voz demasiado ni logren crispar a nada ni a nadie. Porque en la raíz moral de ambos bandos están las causas de esta inacabada guerra civil (ahora más en el País Vasco que en el resto de España, por suerte para los que nacimos y vivimos fuera).
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