ORDEN EN LIBERTAD

Ó LIBERTAD DENTRO DE UN ÓRDEN

En una ciudad como Madrid, de 4 millones de habitantes, uno más o menos, me sorprende el desórden anárquico que se ve en sus carreteras y aceras. Sólo lo advierto en las escaleras mecánicas del metro y en las colas en las tiendas, pero en el resto de hábitos, admiro el órden de movimiento en ciudades como Londres y algunas alemanas. No puede ser que familias enteras habiten con su charla las aceras, obstaculizando el paso, o que la gente no camine por su derecha, y haya que esquivarles a la acostumbrada velocidad de vértigo capitalina. Otra cosa, la conducción a golpe de cláxon, los listillos que adelantan y se cuelan a toda velocidad, saltándose semáforos en rojo y cruce de peatones, el ruido ensordecedor y el humo, la polución constante. Madrid es una urbe hostil para el peatón. No hay mentalidad de ciudadano de gran ciudad, que necesita ir ordenado y paciente. Se aparca en cualquier parte, privatizando la acera pública. Claro que las instituciones son también anárquicas e improvisan, incluso a la hora de poner multas.
Si ellas no dan ejemplo, es normal que el ciudadano se tome la justicia por su mano...CONTINUARÁ

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