LOS RESIDENTES NO SOMOS NADIE (QUEJAS Y PROPUESTAS VARIAS)


Es curioso e indignante comprobar como tener una tarjeta de residente, no te asegura tener una plaza de aparcamiento público en las zonas verdes de las calles del centro de Madrid. Primero, porque hay pocas, ya que las aceras se las reparten las zonas azules de parking de pago pensadas para los coches de fuera del barrio de todos aquellos que vienen a consumir a los comercios, las vedadas porque prohíben aparcar delante del magnífico y privatizado Pabellón Deportivo de Felipe II, entre otros ejemplos, y las zonas de carga y descarga, para mudanzas, etc.., que obligan a los habitantes de barrio a saltarse las normas y aparcar sobre las aceras, los pasos de cebra, o a las molestas e irritantes dobles y triples filas. Quizá el problema sea que hay demasiados coches ya en las ciudades, y que éstos son una fuente de ingresos para los consistorios, artículos de lujo para ricos con garaje propio y que no tienen la necesidad de aparcar en la calle a pelo. Lo mismo tenemos un ayuntamiento ecologista, y ésta sea la manera de hacer la vida imposible a los conductores y obligarles a que desechen el automóvil y utilicen el transporte público, asunto que yo defiendo encarecidamente, pues yo mismo carezco de permiso de conducir, y durante mucho tiempo he sido contrario al uso y abuso del coche en las urbes. Pero esto no está reñido con la crítica a un ayuntamiento que sigue vendiendo tarjetas de residentes, a sabiendas que hay más coches que plazas públicas y les da igual, pues piensan seguir recaudando a cualquier precio.

Pero el alcalde no tiene la culpa de que muchos madrileñitos comodones utilicen el coche para trayectos cortos urbanos, incluso para ir a comprar el pan. Sé que a éstos hay que penalizarlos, pero no a costa de que paguen también los que no tienen más remedio que vivir en esas calles comerciales.

¿Dónde van mis impuestos?

Si resulta que no hay dinero para pagar a los profesores de las universidades públicas madrileñas, si los hospitales están colapsados, las urgencias echan humo todos los días y los nuevos semi-privados construidos por la Comunidad de Madrid carecen de medios y se encuentran casi cerrados, si existen colegios públicos en estado de ruina, convertidos en guettos, si dicen que no hay dinero para hacer más guarderías, entonces, yo me pregunto : ¿dónde va el dinero de mis impuestos?. ¿Para pagar las nuevas líneas de metro, la ampliación de la M-30, el despilfarro de los Teatros del Canal, la semiprivatización del Canal de Isabel II, a los corruptos del caso Guateque, a la empresa del cuñado de Gallardón, a los negocios de los amigos de Esperanza Aguirre, señoritos de este cortijo castizo?
No hace falta ver a señores con maletines debajo del brazo para oler la corrupción. La decadencia moral está en el aire, y no veo muchas denuncias ni propuestas alternativas por parte de la izquierda, quizá alguna por parte de IU, sin poder real para hacer cambiar las cosas.

Ante este estado de cosas, yo propongo :

- que vuelvan todas las competencias de Educación y Sanidad al Estado Central, pues esta descentralización en las autonomías, no ha servido para nada, visto el uso sectario y politizado de dichas competencias regionales por casi todas las Comunidades Autónomas.

- no reformar la Constitución en su esencia, (sólo en aquellos artículos que de verdad hayan quedado desfasados), simplemente aplicarla en serio.

- Listas abiertas en los partidos políticos y ley electoral totalmente proporcional, vigilancia severa sobre las posibles relaciones entre la empresa privada y las instituciones públicas.

- Una refundación ideológica del sistema, profundizando en la democracia directa, formando a los ciudadanos para que deseen y necesiten participar en los asuntos públicos y políticos, tomando la iniciativa sin necesidad de que se afilien a partidos, fomentando el asociacionismo, el colectivismo, etc…

- Apoyar la cultura del esfuerzo, la buena educación y el civismo.

- Programas de Plena Incorporación del Colectivo Gitano a la Sociedad Mayoritaria, respetando y fomentando su cultura y modo de vida, pero haciéndoles ejercer las mismas obligaciones como ciudadanos.

- Beneficios fiscales para el pequeño y mediano empresario.

- Suelo público destinado a viviendas protegidas de alquiler y compra a precios bajos. Los municipios no tendrán competencias sobre el Suelo.

En resumen, recuperar algunas buenas políticas colectivistas de los estados socialistas y fascistas y otras propias de organizaciones anarquistas y libertarias, que alternen la mano dura del estado con la libertad del individuo a la manera de los países anglosajones, y empezar a aplicarlas con sentido común y pragmatismo a nivel municipal.
El ser humano no tiene derecho a la riqueza material sin límite, hay que acotar sus aspiraciones económicas y darle lo necesario para desarrollarle como persona y que no caiga en la avaricia y en la corrupción. Por esto, el estado debe intervenir para no pasar de cierto límite de desarrollo.

Comentarios

La sonrisa de Hiperion ha dicho que…
Las residentes, los informáticos, los chuerreros, algún que otro albañil venido a menos... No somo nada, pero somos unos cuantos.
jajajajaj
Saludos!