DESAPEGO

Cada vez siento más desgana y desapego por los asuntos políticos, sobretodo aquellos oficiales, los que salen en la tele, se escuchan en la radio y se leen en los periódicos. Pero esta indiferencia no me quita las ganas de hacer algo por otros conductos menos trillados y controlados por el convencionalismo. Nadie parece darse cuenta, cuando escucha las noticias sobre el tema de la Caja Castilla La Mancha o de Caja Madrid, de lo obscenamente ligados que están el poder político del económico. O quizá es que ya se acepta como algo normal. Es triste. ¿A quién debe importarle lo que pueda decir el muñeco Rajoy en el falso democrático programa de Tengo una pregunta para Usted, o lo que pueda decir el encantador de serpientes Zapatero, que parece que no sabe nada o que sabe demasiado? Al final, estamos en las mismas, nuestro centro de atención enfocado por dos peleles del poder económico. Penoso. Por eso, como ninguno de los dos me resuelve la vida, yo voy a lo mío.

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