La verdad es que esta crisis económica no hay por donde cogerla. Y lo peor no es eso, es que ni el gobierno ni la oposición ofrecen la imagen de que saben algo. Balbucean, susurran, esquivan el problema. No hay liderazgo, no hay soluciones ni iniciativas, sólo parches para intentar controlar los daños y no tomar medidas impopulares. Claro que no todo es negativo. Si el gobierno le hiciera caso a los empresarios y a economistas famosos, tendría que hacer una nueva reforma laboral, abaratar aún más el despido y reducir los costes laborales. Desde hace un tiempo, se repite en los medios un mantra machacón : bajar los salarios, despido libre. A ver, señores, si se nos dijo que esta era una crisis financiera producida por un mal uso del capitalismo especulativo, ¿qué tendrán que ver los costes laborales con eso?. No, lo que pasa es que ya, aprovechándonos de este mal momento económico producido por ELLOS, los bancos, las financieras, los constructores, las inmobiliarias y todos aquellos particulares que quisieron enriquecerse con el precio de la vivienda, quieren que se haga lo que siempre desearon en sus delirios neoliberales, que los gobiernos y el dinero público financiaran y apoyaran el capitalismo ultraliberal, que pagaran los platos rotos. Hubo gente que se ilusionó cuando vio que EEUU y Reino Unido empezaban a nacionalizar empresas en quiebra, pensaron que Hugo Chávez tenía razón, que el marxismo volvía de otra manera. Ilusos. Lo que en verdad venía era una refundación del capitalismo sobre sus propias bases. Lo que presiento es que Zapatero y otros presidentes de presunta izquierda, acabarán bajándose los pantalones, aunque se pongan a los sindicatos enfrente, y cederán ante las pretensiones de la patronal. Quizá les cueste manifestaciones y huelgas generales, pero me da que Zapatero, a diferencia de su colega Sarkozy, no pactará con los sindicatos para que no le den problemas, aunque sea su intención al principio. Ojalá me equivoque. No se ve un proyecto a medio o largo plazo, sólo estrategias para permanecer en el poder, da igual qué partido sea y que clase de institución. Lo malo es que yo soy sólo un asalariado, y como siempre, la víctima. Me preparo mentalmente ante la previsible bajada de mi calidad de vida y el retroceso económico en este país. Esto último no lo veo mal del todo, no me gustaba esta España de nuevos ricos.
Leer también artículo de este blog :
http://crisiscapitalista.blogspot.com/2008/06/espaa-tocado-y-hundido.html
Comentarios