Sólo recordar que las cosas no han cambiado nada desde el año 2007. En aquella época, escribí un artículo sobre la pasividad de las instituciones con respecto a los partidos y grupos neonazis y ultraderechistas en España, de cómo se permitían sus manifestaciones antidemocráticas y de como se penalizaba a todo aquello que huela a ultraizquierda. Siempre he pensado que la Ley de Partidos se inventó para ilegalizar el entorno etarra, y no para el resto de ideologías totalitarias y también TERRORISTAS. Alemania y Austria, Argentina y Chile hicieron los deberes, pero España no. Nuestro país sólo pasó página de mala manera, intentando olvidar a cualquier precio, sin hacer justicia a las víctimas de la dictadura, y lo peor de todo, sin proteger a su neonata democracia de esas ideas fascistas que pudieran germinar en el futuro. Aislada de Europa desde la Segunda Guerra Mundial y protegida por Estados Unidos, país al que desgraciadamente le debemos más que a Europa, la dictadura fascista de Franco aún se perpetúa en la mentalidad de muchos de nuestros ciudadanos.
- Veo que todavía no nos hemos dado cuenta del auge que cobra la ideología racista y xenófoba en nuestro país, pues desde Cataluña nos llegan ecos del crecimiento de intención de voto del partido PXC de Anglada, antiguo falangista reconvertido, antimusulmán, copiando las diatribas de partidos xenófobos austriacos, alemanes, holandeses, italianos y franceses. En mi barrio de Madrid, no hago más que ver carteles con mensajes racistas de Democracia Nacional, España y Libertad, España 2000, Frente Nacional, Movimiento Social Republicano, Falange Auténtica, Falange Española, etc.. Son muy peligrosos, porque son populistas, y actualmente, en este tiempo de descontento por la crísis económica, han encontrado un inmejorable caldo de cultivo en que los desempleados y trabajadores autóctonos vean a la población inmigrante como competidora y culpable de todos sus males, por esos su mensajes son anti-inmigración y anti-islámicos. Se ha evolucionado desde el clásico antisemitismo al antimoros, usando la polémica del "pañuelo" y del burka a su favor, incluso contagiando sus eslóganes a otros partidos más "moderados" en teoría como el PP (de Catalunya). Creo que los gobiernos deberían ser más vigilantes, y tendrían que penalizar toda manifestación ideológica racista y xenófoba, al igual que puede enviarse a la cárcel a cualquiera que grite "Gora Eta" en una concentración pro-etarra.
Artículo del año 2007
Comentarios