- No soporto las opiniones "corporativistas" de las instituciones católicas y muchos de sus miembros, que critican con ahínco la persecución de cristianos en países musulmanes, y que después son tan beligerantes con la construcción de mezquitas en suelo europeo. Más que defender la libertad religiosa, cosa que nunca entenderán estos "teócratas del monopolio católico", adoptan una postura intransigente contra la religión "rival y competidora". Siempre he estado en contra del proselitismo, de una u otra religión, postura en mi caso muy "judía", la religión menos proselitista del libro. A veces, parece que la religión católica no haya aprendido nada de la Reforma de Lutero, que se haya quedado sólo en la superficie de los ritos. Quitando el puritanismo y el retorno a la interpretación literal de la letra, lo que le pedía el Luteranismo a la Iglesia Católica era coherencia con el "mensaje" evangélico.
Creo que ya pasó el tiempo en el que la Iglesia Católica buscaba la expansión de su poder temporal y convertir al máximo número de gente posible. La aspiración de la Iglesia debe ser contraerse en pos del mensaje, seguir el ejemplo de Jesucristo y hacer el bien. Que el Islam quiera expandirse es su problema, creo que por lo menos en el norte de África, Oriente Medio y Europa, el Islam, por contacto con la sociedad occidental, está en un progreso hacia separar la Fé del Estado, como hizo el Cristianismo. Se ve ya en Turquía y entre la gente jóven musulmana.
Nuestros países deben ser vigilantes con el fundamentalismo musulmán y cristiano, y profundizar en el laicismo para que la religión quede de verdad, en el ámbito privado, esté su centro espiritual en el Vaticano ó en La Meca.
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