El escenario principal del Papa este fín de semana en Madrid, ha estado en Cibeles, el nombre helenizado de la diosa egipcia Isis, y ayer, en el acto Neocatecumenal, había una Vírgen Negra, representación de las diosas negras egipcias u orientales. Se ha estudiado mucho la influencia de esta diosa egipcia en el culto a la Vírgen María, a la que se convirtió en una semidiosa o diosa inferior a Cristo, para complementar con un culto femenino (muy arraigado en el Mediterráneo) al culto ya oficial, patriarcal y masculino de Jesucristo, transformado ya en el Dios principal del catolicismo, por encima de Dios Padre, reminiscencia del Yavhé o Jehová hebreo. Por eso, los luteranos y protestantes piensan que la religión católica es un culto pagano. (A mí personalmente, me gustan esos restos de antiguas creencias mistéricas precristianas, muy vivas aún en Andalucía con su devoción a las diferentes vírgenes (o diosas).Pienso, y es muy personal, que al divinizar a Jesús, se hizo un flaco favor a su figura, pues su ejemplo de vida me parece más importante que su aura superpoderosa ó sobrenatural. Como hijo de Yavhé, o sea, como judío, se comprende mejor su actitud y su huella en la historia. Fue Pablo de Tarso el que helenizó a la manera platónica su figura para evangelizar a los no-judíos. Supongo que al que tenga fé, esto no le afecta. (La fé y los dioses son algo humano, quizá los perros nos adoren a nosotros)
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