El trato (in)humano en la empresa española : Un ejemplo

Recuerdo a una presentadora-comercial de Thermomix, que se acercaba a saludarnos al mostrador del servicio técnico, con ademanes efusivos y quizá algo exagerados, lo cual me turbaba un poco. Meses después, comentaron que aquella mujer había sido Jefa Adjunta de Ventas, y que la habían rebajado a Team Leader, jefa de equipo, porque no había llegado a los objetivos fijados por la empresa. Hasta ahí bien, el problema es que el motivo que le dijeron a ella fue distinto, entraba en el terreno personal y ofensivo, le echaban la culpa a ella, a su personalidad y a sus circustancias, no muy buenas en ese momento, ya que su marido se había quedado en paro. Até cabos e intuí que aquella mujer estaba tomando medicamentos contra la ansiedad y la depresión, de ahí su humor exagerado al saludar (bastante divertido y agradable, por cierto). Puedo entender que una empresa pueda dar importancia a los aspectos personales de una Jefa de Ventas si esas mismas ventas bajan, pero lo que no es de recibo es humillar a las personas, haciéndoles creer que han fallado a la "familia corporativa", culpabilizándola con razones manipuladoras emocionales cuando es un asunto económico puro y duro, mucho más comprensible y mucho menos doloroso si se sabe informar de ello con cierta sensibilidad humana. Yo mismo he sufrido el mismo trato por parte de un torpe e incompetente cargo medio de esta empresa. Se me dieron razones ofensivas y humillantes como causa de no renovar el contrato, razones que hablaban de "mi carácter o personalidad" (ejemplo literal : "No eres lo suficientemente chistoso con las presentadoras"), en lugar de las más despersonalizadas, y casi siempre reales, razones contables, que hacen la comunicación del despido un poco menos dolorosa. Se me podrá achacar resentimiento u odio hacia esta empresa de la que escribo artículos. Sería humano, pero también hay en mí un deseo de hacer ver los fallos para que la empresa española, en general, mejore. Sobretodo, en el trato humano. Porque ya que la mayoría compartimos sueldos bajos y precariedad en los contratos, por lo menos, que nos traten bien. Basta de terrorismo empresarial contra el empleado.

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