PERVERSIÓN Y FASCINACIÓN

Lana del Rey es el único caso de robot cantautor o de niña prodigio ultramaquillada para parecer mayor que con tres canciones buenas encandila a hombres soñadores y cinéfilos y provoca odios viscerales a diestro y siniestro. Algo de gran producto estudiadísimo debe tener, esos labios operados no son de este mundo, y eso que no ha caído todavía en los implantes mamarios P.I.P., porque en realidad es una niña de 11 años. Esto me recuerda a las perversas revistas de niñas en ropa interior que causan furor en Japón y que aquí son anatema, o a las modelitos de 7 años de los concursos de belleza americanos. Fascinan a la vez que repugnan. Hay tema para analizar, ó para psiconalizar, pero el resultado daría miedo. Nos sale la vena moralista, el catolicismo de barrio. Vestir a las niñas y adolescentes como putillas. Somos terribles los hombres. Pero me pregunto: Negar ó evitar esta estética peligrosa, ¿disuade de comportamientos pedófilos ó sólo los esconde?. Al igual que la represión sexual de muchos sacerdotes provoca el abuso de menores, al reprimir pulsiones no toleradas, ¿damos rienda suelta a la hipocresía social?. En sociedades donde el desnudo del cuerpo y la sexualidad son tabú, la perversión, el retorcimiento y el morbo escapan por la puerta de atrás, mientras con leyes en la mano, castigos y juicios morales, nos disfrazamos de sociedad recta. Es una cuestión polémica y no tengo la respuesta, pero dejo en el aire la pregunta..

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