En esta campaña de defensa de los símbolos de nuestra Democracia Orgánica, el Rey, Repsol, etc.., en un contexto en el que con la llegada del nuevo gobierno, se amnistía a los militares condenados del Yak-42 y a políticos corruptos, se inhabilita al juez "enemigo" Garzón, y se declara traidores a todos aquellos que puedan entender la decisión "legítima" del gobierno argentino de expropiar a la empresa YPF, por mucho que los peronistas quieran revendérsela a los chinos, los americanos (ahí entiendo la tibieza de la respuesta del gobierno Obama, quizá sigan negociando con los argentinos) o a los brasileños (¿alguien se está metiendo con Brasil-Petrobras o México-Pemex por tener empresas petrolíferas nacionales y públicas?), lo único que me queda claro es el poco peso y la nula importancia que tiene España y Europa en el mundo (sobretodo, en el Nuevo Mundo). El gobierno español me transmite una imagen de extrema debilidad en la actual reorganización de intereses estratégicos mundiales, en el que el FMI, Banco Mundial, OCDE, G-20, aunque con la boca grande apoyen los intereses de las multinacionales españolas en Argentina, en realidad ya están mirando a otros lugares, donde se está jugando la Gran Partida. España como país en vías de (sub)desarrollo, acabará sumándose al antiguo Eje de Países No Alineados, como en los últimos tiempos de Franco (y esto no me parece mal). Estos gestos de "nacionalismo hispánico" con los que se quiere reforzar de puertas para adentro nuestra esencia española, me parecen los estertores de una nación fracasada, irrelevante en el mundo y sólo valiosa como referente lingüístico, cultural, deportivo y gastronómico, lo que no es poco si hablamos de activos para exportar en el mercado globalizado. Todo lo que se salga de ahí es pura nostalgia facha, y no sólo antigua, sino inútil, irrelevante, empobrecedora, símbolos manejados por una élite impotente, egoísta, torpe y ciega, que no ha querido incrementar la calidad de vida a sus sufridos compatriotas, ni mejorarles como personas, ni darles las herramientas para su progreso y desarrollo.
Mal país.
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