Ya son varias las cabezas cortadas de profesionales de la comunicación en la radio y televisión públicas españolas. Los directivos dicen que son ceses debidos a problemas de presupuesto, pero todos nos hemos dado cuenta de que obedecen a consignas políticas e ideológicas. El partido en el poder, el PP, no quiere voces críticas con su gestión en las emisoras públicas. Tiene miedo de la contestación popular y de las movilizaciones sociales. Piensa que detrás de éstas, está la mano de la izquierda política que quiere derribarlos del trono. El último en caer ha sido el conductor del programa de Radio 3 "Carne Cruda", uno de los mejores programas culturales y políticos en años, que supo ser altavoz del movimiento 15M (Spanish Revolution).
Creo que da una penosa imágen de España en el mundo, esta funesta y antidemocrática costumbre de los gobiernos de controlar los medios de comunicación. En nuestro país, los dos principales partidos políticos han creado una dictadura habituada a excesos y abusos del pasado. Son malas costumbres heredadas de la dictadura de Franco, que han perdurado junto a una élite de banqueros y empresarios con una cultura autoritaria y atrasada. El PSOE de Zapatero trató de eliminar algunos de estos malos hábitos y vicios dictatoriales, y el PP ha llegado para recuperarlos. Creo que es hora de reeducar a nuestros políticos y a los ciudadanos para obtener una mejor conducta democrática, y convalidarla con la de nuestros vecinos europeos, porque si no, nunca podrán tomarnos en serio como país desarrollado y moderno.
Creo que da una penosa imágen de España en el mundo, esta funesta y antidemocrática costumbre de los gobiernos de controlar los medios de comunicación. En nuestro país, los dos principales partidos políticos han creado una dictadura habituada a excesos y abusos del pasado. Son malas costumbres heredadas de la dictadura de Franco, que han perdurado junto a una élite de banqueros y empresarios con una cultura autoritaria y atrasada. El PSOE de Zapatero trató de eliminar algunos de estos malos hábitos y vicios dictatoriales, y el PP ha llegado para recuperarlos. Creo que es hora de reeducar a nuestros políticos y a los ciudadanos para obtener una mejor conducta democrática, y convalidarla con la de nuestros vecinos europeos, porque si no, nunca podrán tomarnos en serio como país desarrollado y moderno.
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