LA ESCOPETA DEL ABUELO : UNA TRAGEDIA NACIONAL

Antes del examen de conducir, el profesor de la autoescuela, que es un poco rústico pero bastante noble, nos ha confesado que hace poco le dijo a su madre que no guardara la escopeta, porque como esto siguiera así, quizá la necesitara para una probable segunda guerra civil española. Y he comprobado que no es el único que piensa así. Otro día nos contó que el abuelo de uno de sus mejores amigos del pueblo mató en la (Primera) Guerra Civil a su propio abuelo, y que eso nunca fue un problema en su relación de amistad. Cuando yo le digo que podrían cambiarle el nombre al cuartel Primo de Rivera de Alcalá de Henares, me responde que no está de acuerdo, porque eso es cosa del pasado. Pero yo me pregunto : si ocurre la desgracia de una segunda guerra civil, ¿se vería mi profesor en la circunstancia de tener que matar a su mejor amigo del pueblo?. Él es votante socialista, pero su familia política tiene cargos en el PP, partido que tiene mucho poder en esta zona de Madrid. Un alcalde pepero de una localidad cercana consiguió que echaran al cura de la parroquia del pueblo de al lado, y también organizó la fiesta de Navidad de su partido político en la pequeña ciudad donde gobierna, donde reunió al Presidente del Gobierno, y a otros altos cargos de la Comunidad de Madrid. En esta misma ciudad hubo grandes negocios inmobiliarios de la trama Gürtel. Mi antiguo jefe, del mismo pueblo que mi profesor de la autoescuela, era votante y defensor del PP. El dueño de la autoescuela es de izquierdas, aunque bastante pesetero. A veces, me he encontrado al alcalde conduciendo ufano su Audi de alta gama, ó paseando su vientre satisfecho por los alrededores del ayuntamiento. En otra ocasión, he visto a una diputada regional de IU, saliendo del sindicato afín y tomándose unas cervezas en un bar cercano. Otras, a la concejala de UPyD comiendo con su familia en otro bar. Imaginaros el desastre si hubiera una guerra civil. Sabrías donde encontrarlos a todos. Y también me encontrarían a mí, que no soy nadie. Imagina las parillas de los cementerios agujereadas de nuevo, el fracaso repetido de los españoles, como una maldición. Yo le pediría a mi profesor que le dijera a su madre que escondiera la escopeta del abuelo, y que perdiera la llave..

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