Algunas veces he pensado que es curioso que no exista "La mafia española" como existe la italiana, la irlandesa, los cárteles colombianos y mexicanos, etc.. Los españoles no somos de agruparnos en sociedades de malhechores que actúen en paralelo al sistema, sino que corrompemos el sistema mismo hasta transformarlo en "mafioso". Convertimos las pequeñas estructuras de poder, los partidos políticos, los clubes de fútbol, las asociaciones varias, los colectivos, las empresas, en agrupaciones clientelares, que realizan prácticas ilegales, defraudadoras, estafadoras y manipuladoras, típicas de las organizaciones mafiosas. Casi siempre hay un líder carismático o más "listo" que somete ó seduce a otros para crear una red de favores, amistades y contactos. Es curioso ver como detrás de muchas bandas de atracadores o ladrones formadas por esbirros extranjeros, se encuentra un jefe o jefa españoles. Todo el mundo conoce un caso representativo de esto, a un "líder" mafioso de segunda b ó de tercera regional en su barrio, negocio, familia, etc.. que le debe dinero a mucha gente, que tiene mucha labia para engañar y que emplea la amenaza y el miedo para hacer cumplir voluntades. Y si te promete o te da un trabajo, ya está todo hecho, ya tiene seguidores y comparsas agradecidas. Empiezas desde lo más bajo, y si sigues subiendo en la escala social, ves las mismas prácticas a lo grande, sobresueldos, financiación ilegal de partidos políticos, regalos a parientes de reyes o a ministros, favores, conchabeos, negocios, dinero. Mucho dinero. Mafia.
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