A pesar del emborrachamiento eufórico que tienen el personal sanitario y los usuarios del sistema madrileño de salud al conocerse que no se privatizarán 6 hospitales, yo sigo pensando que el problema sigue sin resolverse. En realidad, los que más se benefician son los sanitarios, ya que permanecen sus condiciones laborales y sueldos, y en parte, también nosotros los pacientes, pues un hospital privado miraría por la rentabilidad económica en servicios, material, etc.., pero lo que no cambia son : las eternas listas de espera, las demoras injustificadas en las citas para la atención primaria, la falta de personal, las plantas cerradas, la no sustitución de bajas ni jubilaciones, la saturación de urgencias al no funcionar bien la atención en ambulatorios, la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes y parados de larga duración y a españoles emigrantes, los recortes y la progresiva decadencia y depauperación de la sanidad pública. Estoy convencidísimo de que los nuevos gestores de la sanidad madrileña la gestionarán con desgana, indiferencia, y la convertirán en algo muy mediocre y básico, a la altura de los sistemas sanitarios latinoamericanos. Por lo que también creo que no debemos esperar que el personal sanitario se siga moviendo por nosotros los usuarios, ya que ellos han conseguido lo que querían, sino que en este caso, deberíamos movernos los ciudadanos de a pie para que se invierta en calidad, aunque parezca una utopía, ya que ni el PP ni el PSOE están por la labor de meter dinero en lo que realmente importa..
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