No tenemos aquí un equivalente exitoso a Trump o Le Pen. Al
contrario, la dictadura de la corrección política está instalada en
todos los partidos oficiales. Lo políticamente correcto es la mayor
justificación del sistema para tapar la hipocresía de los partidos y la
sociedad. Unidos Podemos es tan poco "antisistema", que son el súmmum de
la corrección política con respecto a las mujeres, los inmigrantes, los
gais y contra la violencia de género. Asumen el animalismo, el ecologismo
y el feminismo como parte intrínseca de su discurso. El PSOE es el gran
adalid de la corrección política de sistema, tanto que acabó
contagiando al PP, su mejor imitador en las formas. El problema que
tiene ser un vocero de lo políticamente correcto, es quedarse atrapado
en las propias contradicciones o tener que dar explicaciones cuando te
pillan en un renuncio. Diputados socialistas presuntamente acosadores o
maltratadores, círculos de Podemos con casos de acoso sexual a sus
integrantes femeninas, etc.. Otro tema sería el nivel de exigencia ética
y moral. Cuando los medios de la derecha agitan el asunto de los
presuntos favores del diputado Cañamero a familiares, o el dinero negro
pagado al asistente de Echenique, para decirnos que todos son iguales,
que nadie se libra de la corrupción. Y que quien a hierro mata, a hierro
muere.
Tenemos versos
sueltos del PP como Esperanza Aguirre, una populista que cada vez menos
se atreve a disparar contra lo políticamente correcto, porque su poder
ha disminuido, aunque sigue teniendo su público.
Tenemos cargos menores del PP, Hernando, Villalobos, o el omnipresente Aznar, a los que muchas veces se les escapa comentarios agresivos y exabruptos dirigidos a esa corrección política de la izquierda, pero que están en la Zona marginal de los populares.
Solo nos quedaría VOX como adalides de la "sinceridad" antihipócrita y antiélite, si tomamos a la elite como al PP, al PSOE, y en menor grado a C' s y Podemos. Pero VOX e Intereconomía caen demasiadas veces en el ridículo como para ser tomados como una alternativa seria y exitosa, lo que sí son el partido de Le Pen e inexplicablemente, Trump.
Tenemos cargos menores del PP, Hernando, Villalobos, o el omnipresente Aznar, a los que muchas veces se les escapa comentarios agresivos y exabruptos dirigidos a esa corrección política de la izquierda, pero que están en la Zona marginal de los populares.
Solo nos quedaría VOX como adalides de la "sinceridad" antihipócrita y antiélite, si tomamos a la elite como al PP, al PSOE, y en menor grado a C' s y Podemos. Pero VOX e Intereconomía caen demasiadas veces en el ridículo como para ser tomados como una alternativa seria y exitosa, lo que sí son el partido de Le Pen e inexplicablemente, Trump.
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