Odio profundamente ser un subcontratado de ETT. En las diferentes empresas donde he estado en esta situación, me ha pasado siempre lo mismo : diferencias de trato y discriminación aunque el trabajo y las tareas sean iguales a las del personal de empresa. Y no me refiero sólo a las diferencias de contrato y sueldo, denigrantes ya de por sí, sino a la información y utensilios que te hacen falta para el trabajo y que la empresa contratante no te da. El nulo derecho a la queja, y también que la mayoría de las ETT´s no luchen por mejorar las condiciones de sus empleados. Aunque por ley, los comités de empresa que representan a los trabajadores de las empresas contratantes deban defender también los derechos del personal subcontratado, ninguna lo suele hacer, o porque no lo sabe o porque no lo creen necesario. Odio a aquel gobierno del PSOE presidido por Felipe González que permitió la creación de ETT´s y empresas de servicios, abaratando la contratación y el despido.
Los que defendían a estas empresas como medio positivo de acceso a un puesto de trabajo, no querían conocer la realidad de que la mayoría sólo cubren necesidades temporales de la producción. Para que unos pocos puedan disfrutar de sus derechos de baja por maternidad, paternidad, vacaciones, baja por enfermedad, por boda, etc.., otros muchos tienen que sufrir malas condiciones laborales. Es profundamente injusto, y crea CLASES Y DIFERENCIAS entre trabajadores.
Es como si por un lado, el sistema de bienestar funcionara para el personal fijo de empresa (sí, ya sé que de algunas empresas afortunadas), y por otro lado existiera un escalón más bajo de pseudoesclavos que realiza el trabajo sucio, o la misma labor pero con peores condiciones. Y lo peor es que esto es asumido como algo normal por la mayoría de la gente. Tenemos, en general, lo que nos merecemos, dada la poca combatividad laboral y social que nos caracteriza, y ahora, con el miedo que nos meten con la crisis y el paro, aún es peor. Ahora sí que la gente agacha la cabeza y aguanta lo que le echen. Se está perdiendo todo lo conseguido en años de luchas sindicales. Es una situación de sálvese quien pueda. O te embarga el cinismo, o te puede el pasotismo más absoluto. Nos queda la Wii o la Play para olvidarnos del tema, y bajarnos pelis de internet para despejarnos y pasar de todo. Como decían al final de la obra 1984 : "-Gran Hermano, yo te amo". Nos vencieron con nuestro consentimiento.
*A veces, mis cimientos ideológicos se tambalean, y a modo de revancha nihilista, ante esta injusticia, pienso que este país debería asumir el más estricto y ortodoxo libre mercado con la mayor flexibilidad laboral, en las que todos los trabajadores fuéramos subcontratados por siempre, temporales, y mileuristas (quien pudiera serlo). Marxismo chungo : TODOS IGUALES EN LA PRECARIEDAD, sin privilegios. O sea, lo que ya existe ahora sin funcionarios ni multinacionales "maravillosas" ni empresas con beneficios sociales arcaicos. Ser de verdad Estados Unidos, dos semanas de vacaciones al año como máximo, horas extras por un tubo si quieres ganar dinero, 65, 70, 80 horas semanales, sin 15 dias de permiso por casarse, ni dos dias por mudanza, ni por muerte de familiar, nada de Estatuto de Trabajadores, sólo Negociación particular de cada empresa con sus propias condiciones. Quien quiera ser rico, que se lo curre matándose a trabajar, nada de medrar para ser jefes y tocarse las pelotas y gritar a los empleados. Ultraliberalismo a ultranza, sin máscara. Ser China, India, Singapur. En España se vive muy bien, porque en realidad sólo viven estupendamente cuatro hijos de puta.
Este falso estado ligeramente socialista en lo económico que disfrutamos desde los años 60 con el franquismo desarrollista (sí, leen bien, no me he vuelto loco), y que el PP, (aunque ahora en Madrid quiere destruirlo de mala manera y por motivos equivocados, ya que la alternativa que ellos proponen no hace al sistema ni más eficaz, ni más igualitario ni más barato), continuó en sus dos legislaturas nacionales, únicamente cambiando a los benefactores de sus negociazos y privilegios, debería tocar ya a su fin o a su renovación. Liberal viene de libertad, y en España nunca se ha llevado a la práctica, ni desde el lado socialista ni desde el conservador. Nunca ningún gobierno español bajó los impuestos a los autónomos ni apoyó la creación empresarial, sólo perpetuó un sistema de grandes empresarios amigos a los que poder controlar, o a lo sumo, intentar no molestar. O sea, fomentaron la corrupción,el monopolio y el amiguismo. Por ejemplo, lo que está haciendo el gobierno de Esperanza Aguirre con sus privatizaciones es vender la Comunidad de Madrid al empresario amigo, vasallo, pelota y que les financia el partido, aunque su empresa no sea eficaz ni rentable. Habría mucho más que decir para matizar esto, y habrá otras ocasiones más propicias.
Sé que habrá muchos que se sonrían al leer estas palabras, pero cada vez más, pienso que no hay que concentrar ningún poder en pocas manos, sean del color político que sean.
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