Anima saber que aún existen héroes locales, gente harta y cansada de los etarras y sus hooligans de pueblo, que tragándose el miedo, saca fuerzas de flaqueza y les enseña a los verdugos el daño que hacen, devolviéndoles parte del producido, algo ínfimo en comparación al dolor que ocasionan esos mafiosos, esos fascistas de herriko-taberna. Y encima le llaman fascista a él esos totalitarios de txapela mental, y organizan manifestaciones de protesta, y le señalan en carteles. Ahora, este héroe vasco va a necesitar escolta y protección, porque no le dejarán en paz, porque no se ha callado, porque no se ha aguantado. ¿Cuándo se rebelarán los vascos de bien contra esa gangrena que no les deja ser libres? ¿Cuándo mandarán al ambiguo e hipócrita PNV a la oposición?
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