A veces, me gustaría ser de derechas y amar el órden. Movilizarme contra los progres y defender al empresario, porque es la única ley real, la del dinero. Nadie es incoherente con respecto al vil metal. Ser de un partido fascista antiburgués, como el nacionalsocialista y combatir la democracia, bueno, la partitocracia. Ser un nihilista para destruir el sistema. Pero soy optimista y eso me hace sentirme un poco de izquierdas. También antiburgués, socialista de los de antes para combatir la partitocracia. Qué tristes son las ideologías cuando se enfrentan al dinero, nunca vencen, siempre caen o se suavizan y se vuelven acomodaticias, burguesas.
A veces me gustaría ser un poquito burgués, porque eso significaría que tendría dinero, viviría mejor, defendería la demo, perdón, partitocracia, votaría a uno de los dos, y quizá hasta tendría un pequeño cargo. Pero esta batalla se libró hace más de 70 años, aunque todavía seguimos en las mismas. Espero el advenimiento de la dictadura, no del proletariado, sino del empleado, del inmigrante, del teleoperador, del cajero de supermercado, del mozo de almacén, del parado. El resurgimiento de un nuevo marxismo. Abolir el trabajo y la explotación del otro. Y que baje Dios y nos abrace.
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saludos y un abrazo!