NOTICIAS DE CANAL SOLIDARIO : "En la lucha contra la ablación se están violando otros derechos humanos"


El año pasado un grupo de policías autonómicos catalanes viajaron a Gambia para informar a sus habitantes sobre las medidas legales que se tomaban respecto a la ablación. ¿Qué opinas sobre este tipo de intervención?
Nuestra propuesta alternativa permite seguir manteniendo el significado del ritual, eliminado la fase de la mutilación.
Me parece terrible. ¿Cómo es posible que dos policías vayan a un país a predicar y en una semana pretendan convertir a los poblados? ¿Cómo es posible que ningún periodista se haya preguntado lo absurdo que eso resulta? El viaje estuvo a punto de provocar un conflicto diplomático. En un ejercicio de soberbia viajaron a Gambia en misión oficial sin el conocimiento del Ministerio de Asuntos Exteriores ni del Gobierno de Gambia. Estamos humillándoles permanentemente.

¿Qué le parece el Protocolo de Prevención contra la mutilación genital femenina elaborado por la Generalitat de Cataluña?

Me parece bueno, pero la aplicación es perversa. En 2004, denunciamos al Síndic de Greuges [Defensor del pueblo en Cataluña] las actuaciones que se estaban llevando a cabo: la retirada de pasaportes a familias sospechosas de poder practicar la ablación en su país, la prohibición de salir de Cataluña hasta los 18 años y la revisión de genitales de las niñas cada 6 meses hasta los 18. En nombre de la defensa de un derecho humano fundamental estás conculcando dos: el derecho a la libre circulación y el derecho a la intimidad. La policía y la justicia son importantes, pero en este problema son el penúltimo y el último eslabón.

Entonces, ¿cómo se debe combatir la mutilación genital femenina?

A través de la formación a profesionales de atención primaria: médicos, educadores sociales y profesores; con la creación de materiales de información y sobre todo proponiendo la alternativa de iniciación sin mutilación. Es decir, respetar el rito, conservando el traspaso del conocimiento y la pertenencia al grupo pero omitiendo la fase de la mutilación. Desde Gambia se forma a todos los estudiantes y los profesionales de la salud desde el sistema público, lo cual es sostenible para el propio país, porque es gente que ya está legitimada en las comunidades.

¿Estamos interpretando de manera equivocada el problema desde occidente?

Es un tema tremendamente mal tratado. Estamos reforzando el estigma que ya recae sobre estas personas y el abordaje que hacemos es criminalizador. Cuando te atacan, te refugias. ¿Cómo? Llevándote a las niñas a Gambia o a donde sea. Es importante contextualizar, entender el significado y por qué tiene tanto arraigo. Una de las experiencias que más me ha marcado fue el encuentro con una mujer africana que me dijo: “Yo no soy una criminal, yo quiero a mi hija”. Cuestionamos hasta la forma de querer a sus hijos.

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Pilar Guanter/Redacción de Canalsolidario

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