ABOLIR EL ETERNO RETORNO DE LAS CRÍSIS DEL CAPITALISMO


Reflexiono sobre el caso específico español en la crísis económica actual, y llego a la conclusión de que es un milagro que no haya aún más paro en este país, ya que por mi experiencia laboral, veo como los horarios laborales y a veces, el exceso de plantilla inútil duplicada, lastran la productividad y la conciliación laboral del trabajador con su vida privada. Si aplicáramos radicalmente una racionalización de la FUERZA DE TRABAJO (FT), comprobaríamos que se necesitan todavía menos trabajadores ó empleados para realizar las mismas funciones, sea esto debido al progreso tecnológico o a contratos indefinidos casi blindados para el despido. Si se llevara a cabo la tan temida reforma laboral que piden los empresarios y los partidos conservadores, si se reconvirtiera el mercado laboral y los sectores productivos, se incrementaría el número de desempleados, porque está demostrado que no se necesita tanta FT para sacar adelante la producción del país. Sobra población aquí y en el planeta. Los gobiernos de turno podrían pensar, que propiciando esta Reforma, unificando los tipos de contrato y precarizando el contrato indefinido, abaratando el despido en éstos, las empresas contratarían a más gente, dinamizando el mercado, pero es que no saben que se despedirían a otras tantas. Y la excesiva rotación de personal no beneficia a la calidad de la producción ni mejora la riqueza de una nación. La clase empresarial quiere aprovechar la crisis para acelerar las reformas que ellos vienen intentando hacer desde hace años en el mercado laboral español. Creo entender que el problema de base estructural, va más allá de un proceso más, de otra crísis cíclica producida por el sistema capitalista y sus vicios. La catástrofe proviene de algo que nos afecta como especie, el exceso de población y el injusto reparto de los recursos. Creo que el comunismo y sus procesos revolucionarios, dentro de ese idealismo nunca finalizado del HOMBRE NUEVO, todavía no ha ido un paso más por delante de una compleja corrección del capitalismo industrial y financiero occidental desde el siglo XVIII hasta nuestros días. En los países que aplicaron el socialismo científico con mejor o peor acierto, se consiguieron diferentes variantes del capitalismo de estado, intentando eliminar las diferentes clases sociales y unificándolas en una sola, el proletariado, con una casta superior, los miembros dirigentes del partido único, que disfrutaban de un mejor nivel de vida que sus "súbditos".
Personalmente, estoy muy de acuerdo en frenar este sistema capitalista, en replantearlo, incluso en crear dictaduras coercitivas temporales que impongan fiscalizaciones más duras a las clases dirigentes con mayor poder económico, que frene el consumo abusivo que propicia mayor explotación de los trabajadores que tienen que producir esos bienes de consumo. Pero ya sabemos que cuando frenamos el consumo, las empresas cierran y se despide a más gente. Aunque no tengo tan claro que este argumento sea de esta manera, pues con menos FT y menos gasto en sueldos y mayor inversión en maquinaria, se consigue cada vez mayor producción por la mecanización del trabajo, así que siempre habrá desempleados estructurales. Con lo cual, hay que pensar en alternativas diferentes a la producción y al sistema de trabajo tal como lo conocemos ahora. Porque a mi entender, el capitalismo y el socialismo se encuentran igualmente anticuados y desfasados, porque son dos caras del mismo problema. La utopía está en la abolición del trabajo (humano). Si usáramos las máquinas, los robots, como FT, y los humanos sólo tuvieran que preocuparse de disfrutar de los bienes de la naturaleza o de los bienes de consumo básicos para nuestra supervivencia que las máquinas produjeran, creo que estaríamos más cerca del advenimiento del HOMBRE NUEVO. Ningún hombre explotaría a otro hombre, nadie sería esclavo laboral ni sexual. Tendría que existir una voluntad firme del reparto de los bienes producidos por esos ingenios mecánicos a todo el planeta. Creo que esto nos mejoraría como especie.


"Primera Ley: un robot no puede dañar a un ser humano o, con su inactividad, permitir que un ser humano sufra daño. Segunda Ley: un robot tiene que obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, salvo cuando tales órdenes vulneren la Primera Ley. Tercera Ley: un robot debe proteger su propia existencia, siempre que esta protección no vulnere la Primera o la Segunda Ley. Ley Cero: Un robot no puede perjudicar a la Humanidad ni, por omisión, permitir que la Humanidad sufra daño."Isaac Asimov - "Las tres leyes de la robótica"

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