LA SEDICIÓN ESTÁ JUSTIFICADA EN LOS TIEMPOS DEL CLUB BILDERBERG


Me sorprende como se está tratando de pasada en los medios, la noticia de la detención de la “cúpula” de Annonymous en España, como si fuera una organización terrorista organizada, acusándoles de entrar ilegalmente en páginas webs de instituciones y partidos políticos con la intención “política” de joderles, al igual que la detención y descabezamiento de la presunta organización “criminal” Frente de Liberación Animal, a la que tildan de eco-terroristas, ecologistas radicales, etc..
Me escama el uso perverso y manipulador del lenguaje en los medios, usando las denominaciones de terroristas, antisistema, radicales y similares a grupos de lucha política de los que se sepa, no han matado a nadie. Contemplo con estupor como el estado emplea tácticas similares a las utilizadas contra Al-Qaeda para neutralizar a grupos políticos críticos con el sistema. Esto no significa que siempre haya elementos que traspasen las líneas rojas y se adentren en la ilegalidad, pero últimamente se ha visto, o mejor dicho, se ha llegado a la conclusión, de que si crees que el sistema no te representa, la sedición sea una actitud legitimada. Yo personalmente, cada día lo veo más claro. Sobretodo, ahora que entra en las instituciones la “representación política” (Bildu) de una organización terrorista que ha estado matando durante 50 años. Estos son buenos actualmente, con lo que se llega a la resolución de que si eres lo suficientemente constante para asesinar durante un largo tiempo, al final, el estado te reconoce como interlocutor válido, aunque no hayas dejado del todo las armas.

Es un momento peligroso, pues tenemos un gobierno de la nación muy débil, que ha perdido ya credibilidad y legitimidad en un momento de crisis económica, de confianza y de valores de nuestra democracia. Y lo peor es la sensación de que este gobierno herido de muerte, puede todavía tomar decisiones terribles para hacer inútiles demostraciones de fuerza. Quizá sea preferible, y es triste, un pronto cambio de gobierno, aunque sea de derechas y con la tijera preparada, para darle estabilidad al país en este momento de caída en picado, con las instituciones europeas en el filo de la navaja y la sedición civil en las calles, justificada por tanta injusticia social.

Es curioso como ante la ausencia del estado para mediar y deshacer entuertos, tenga que ser el Movimiento 15-M el que intervenga para evitar desahucios y embargos, o para llamar la atención acerca de la falta de democracia de un sistema representativo que sigue las órdenes del mercado antes que la de sus ciudadanos. El 15-M nos ha hecho caer la venda de los ojos, y nos ha demostrado que votar no sirve para casi nada, y que una abstención, un voto nulo o en blanco, son igual de inútiles.

Lo peor de todo, es que todo ese primigenio impulso reformador de Zapatero con respecto a la Memoria Histórica, el laicismo, el sistema del bienestar, la educación cívica, ha quedado en poco o nada, y que un nuevo gobierno conservador ya nunca las retomará..

Ahora mismo, ser “antisistema” es ser patriota.
El “Club Bilderberg” ya no necesita ser una organización secreta y conspiradora, le basta con mostrarse como una reunión privada de selectos miembros de las élites políticas, militares y financieras. Todo el mundo sabe que deciden los destinos de países enteros, ¿y a quién le importa?

Comentarios