Carta a un jefe


Estimado Sr. Pina,

En primer lugar, saludarle, y posteriormente, exponerle mis quejas sobre las razones absurdas y arbitrarias que se me han dado para no renovar Vorwerk el contrato como Técnico Administrativo.

Según este confuso y ofensivo argumentario expuesto por el Sr. Pozo, creo entender que se ha juzgado mi personalidad y no mi trabajo en los diferentes servicios técnicos donde he sido enviado estos últimos seis meses. Ignoro si hay otras motivaciones, pero la extrema subjetividad, la arbitrariedad y la poca seriedad de las razones manifestadas, que parecen dar pábulo a maledicencias, infundios y opiniones de bar ó de máquina de café sobre mi persona, proferidas por algunos miembros de la red de ventas y quizá, del servicio técnico de Arroyo del Santo y según uds., de otras delegaciones, me da a entender que, su Departamento no pinta nada, no supervisa el trabajo de nadie, no valora ni el esfuerzo ni el sacrificio de sus empleados (en los servicios técnicos, me refiero), y que se deja influir en sus decisiones por apresurados y prejuiciosos juicios de valor de gente que no pertenece a su Departamento y que no conoce como trabajamos el personal técnico y de atención al cliente. Sí, ustedes pecan de negligencia, al dejar que la red de Ventas (según las razones que me han dado) dirija su trabajo e incluso, que elabore su propia selección de personal, por encima incluso del Depto. de RR.HH. Por cierto, la próxima vez que vayan a despedir o no renovar a un empleado, envíen a alguien preparado y competente, con un argumento objetivo y sólido, por ejemplo a algún responsable de RR.HH o ud. Mismo, que es mi superior directo después de los Coordinadores. Para eso les pagan. (O por lo menos, vean con atención la película Up in the air y aprendan a despedir a la gente). Porque según los argumentos ofensivos empleados contra mi persona, me reservo el derecho a tomar medidas legales, y a exponer, con toda la extrema subjetividad posible, como uds., en redes sociales profesionales y a cualquier colega conocido, incluido de su empresa, el injusto y cruel trato recibido, con consecuencias derivadas en incomodidad y malestar del personal de att. al cliente, que seguramente, entenderá, mejor que ud y que el Sr. Pozo, el continuo perjuicio hacia los trabajadores de su Departamento, que Vorwerk, de manera irresponsable, les confiere. Espero que esto les ayude a mejorar, y a no juzgar nunca más si alguien es alto o guapo, feo, “chistoso” o serio, porque además de ser inconstitucional, no responde a ningún perfil profesional indicado y no ofrece una imagen “seria” de su empresa.

No le entretengo más. Sólo un último apunte; por favor, no me vuelvan a llamar en el futuro, no incumplan más sus ofertas de trabajo, mi tiempo es precioso y no deseo perderlo con ustedes.

Muchas gracias por su atención y un saludo.

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