El fascismo encubierto de la Neolengua

Llevamos bastantes años aceptando y asumiendo los términos economicistas de la neolengua, aplicados al ser humano : Productividad, competitividad, empleabilidad, gasto social, estar amortizado, movilidad, etc.., por no hablar de todas aquellas palabras que usan los políticos y sus medios de comunicación siervos para ocultar la realidad : moderación salarial, desaceleración, recapitalización, ratio flexible de alumnos, reformas y ajustes, minijobs, voto rogado, copago, gravamen, externalización, movilidad exterior, sueldo en diferido, etc..
Una de las características del fascismo es la deshumanización del hombre, cosificarlo, animalizarlo. Si despides a un número de una tabla de excel, su situación anímica o su familia no importan, ni si le van a desahuciar. "No es nada personal", te dicen. Es la crísis : -"Eres el último en haber llegado y el primero en irte". Sé que hemos prostituido el significado de las palabras, ahora todo el que hace algo que no nos gusta, es tildado de "fascista", ó el que piensa por sí mismo es un ""libertario", y todo gesto de cooperación es "Solidario". Las palabras ayudan a matar, siempre se ha sabido.
Me hace gracia cuando la gente, en general, indignada ante una situación injusta en la que se convierte en víctima de un conflicto económico, echa mano de argumentos emocionales y sentimentales, ó vagamente humanistas , como por ejemplo : -A la empresa no le importa nada que mis hijos se queden sin comer o sin casa, ó -Después de 30 años dejándole mi dinero a este banco, no me suben el interés, o no quieren negociar la hipoteca etc.. En un mundo en el que el ser humano no vale nada ante los poderes económicos, usar argumentos propios de humanos no sirve de mucho. Los poderes económicos sólo entienden de gastos y beneficios. Las palabras son sólo un apoyo retórico en el escenario. Lo que cuenta es el poder que te da tu posición y tu dinero, el ruído que puedas hacer, tus abogados, los contactos importantes que tengas. Las palabras correctas que desean una vida más humana sirven para eso, para presentar una queja, y las quejas, en este mundo, son aceptadas con cortesía diplomática mediante formularios de reclamaciones que pocas veces llegan a algo. La única forma de solucionar algo es mediante la unión de miles y millones de personas, sean consideradas ciudadanos, usuarios, consumidores ó fans. Usando también la neolengua contra sus inventores..

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