El libre mercado exige consumidores en estado de alerta

En la dictadura franquista, uno sabía que tenía que cuidarse de la policía y los militares y no hablar de política. Se conocía de donde venía la brutalidad y el abuso. Hoy en día, el ciudadano tiene que defenderse a sí mismo del abuso de los políticos y las administraciones, de las empresas eléctricas y energéticas, de los bancos, de los empresarios, de los sindicatos. Todo el mundo abusa, roba y saquea. Todos engañan. Cuánta energía necesita el consumidor para defenderse, para discernir, para andar desconfiando a cada momento. No es un estado de derecho, sino de abuso. No se puede vivir en un país en el que necesitas tener la espada levantada a cada momento..

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