El desencanto

Se habla mucho de emponderamiento ciudadano, de democracia directa, etc.., pero antes habrá que educar a la población para que sepa discernir y distinguir el grano de la paja. Se necesitan misiones pedagógicas como las de la República para que la gente pase de populistas campechanos y corruptos, tipo Esperanza Aguirre, Rafael Gómez, Fabra, Gil y demás antipolíticos vivos y muertos, porque éstos son sólo exponentes de un país subdesarrollado. Paro alto y fracaso escolar son signos de nuestro tercermundismo. Los españoles somos muy majos, pero el pelotazo económico y el chanchullismo no son símbolos de desarrollo. Tampoco es de recibo que una minoría ilustrada y snob nos gobierne. La educación debe ser para todos, libre y gratuita, para que la gente sepa lo que consume y lo que vota. Para hacerse personas y no zombis sin rumbo, presos de las drogas y el desencanto.

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