Veo muy poca misericordia y compasión en obispos como Reig-Plá, que suele cargar contra mujeres y homosexuales. Sería deseable que a un pastor católico se le suponga por defecto un alto grado de bondad y empatía por sus congéneres, de amor fraternal por el ser humano acordes con el Evangelio. O sea, que se le vea buena persona. Pero parece que no abundan, quizá no sea un valor cristiano estimable para ascender en la jerarquía. Por eso no hacen santo a cualquiera..
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