Hay cierto progresismo bien pensante en el aire, cierto consenso cultural que se horroriza cuando se cuestionan la leyes de género, sobretodo por parte de las mujeres, o se habla de Vox como el Coco Fascista, como si cuatrocientos mil andaluces estuvieran con el cara al sol todo el día. Me aburre esa indignación de barra de bar que no profundiza en el análisis. Yo no me siento identificado con muchas propuestas de VOX, pero aplaudo que hayan venido a romper el consenso establecido. Deberían haber sido otros, lo hubiera preferido. Pero esos se acomodaron en el sillón y el chalet en la sierra. ¿Que VOX irá por el mismo camino institucional? Pues seguro. Pero que agitará las aguas como lo hizo Podemos en su tiempo, eso está claro. Y me pregunto, ¿dónde está el 15M ahora? ¿En la abstención?. ¿En las asociaciones, colectivos, y movimientos sociales?
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