Creo en el libre mercado como creo en la democracia. Si puede haber un Lidl y un Mercadona en una misma localidad, mejor que sólo una cadena de supermercados. Si encima no hay ninguna gran multinacional y existe una red de comercios locales, mucho mejor. Es dinamismo y desarrollo económico, como un polígono industrial poblado de empresas funcionando a pleno rendimiento. No hay nada más triste que pasear por una calle llena de locales cerrados. Si fracasa el capitalismo de todos los días, como está sucediendo, si vivimos en una era agónica donde medran los buitres del capitalismo salvaje que deja en el paro a millones, que especula con todos los productos, incluso los más básicos para la supervivencia humana, entonces la prosperidad sólo llega a cuatro familias, y eso no es un sistema justo. El capitalismo es positivo cuando el libre comercio posibilita una sociedad de personas libres. La pobreza no libera a nadie. Hoy en día, esta visión libertaria beatífica del capitalismo es idealismo puro y no se sostiene por ningún lado. Porque el capitalismo se está muriendo, y nos está llevando por delante.
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