La nueva carne

 No quiero pecar de elitista o intelectualoide, pero hay una estética que rechazo profundamente, y es la del gansta-rap, que se ha instalado en mucha de nuestra juventud. El malote, las chulitas, a ritmo de trap y reguetón, el coche tuneado, el culto al cuerpo de gimnasio, los tatuajes, artes marciales etc... Las motos y coches ruidosos, la vida como fiesta contínua, la exaltación del hedonismo más insano. Seguramente navegaré entre clichés, pero me parece un espanto.

Y también todos aquellos aristócratas y grandes burgueses, la mayoría políticos que sobreactuando como populacheros y campechanos, se apuntan a este carro.
Seguramente me estaré perdiendo a personas maravillosas atrapadas en ese corsé estético. Quizá tengo que aprender a tratarlos como mutantes de película de Cronenberg. Pero echo de menos la Vieja.




Todas las reacciones:
José Carlos, Antonio Sebastián Aragón Gotarredona y 2 personas más

Comentarios